Gran proyecto de rehabilitación en el real estate catalán. BBVA ha firmado la mayor operación de rehabilitación de viviendas subvencionada con fondos Next Generation UE de Cataluña. Se trata de una comunidad de propietarios que aglutina cuatros edificios singulares y colindantes situada en el municipio de Vic (Barcelona).
Se rehabilitarán, concretamente, el Edificio Barcelona, que obtendrá una mejora del 62,95%; el Edificio Girona, del 63,26%; el Edificio Tarragona, del 62,89% y el Edificio Lleida, del 63,57%, según l’Agència de l’Habitatge de Catalunya. Los cuatro rascacielos cuentan con un total de 114 viviendas, 35 locales comerciales, 230 plazas de parking, 140 trasteros y 200 propietarios.
Tras la reforma integral de estos cuatro bloques, conocidos por ser los edificios más altos de Vic, la comunidad de propietarios obtendrá un ahorro energético en torno al 60%.
La operación, de cuatro millones, tendrá una subvención de 2,6 millones, el 65% del importe total, que asciende en este caso a siete millones. Las obras durarán 15 meses y se espera que finalicen en julio de 2025. La operación ha tenido un tiempo de maduración de un año, según ha comunicado la entidad bancaria.
Solución acorde con la normativa europea
La solución responde a la última directiva referente a eficiencia energética en edificios aprobada por el Parlamento Europeo, que busca reducir las emisiones de gases contaminantes y el consumo de energía en el parque residencial europeo. Se trata de una reducción progresiva, con una primera fecha clave en 2030, cuando todos los edificios de nueva construcción deben ser cero emisiones.
Además, los países deberán aplicar planes nacionales para reducir, también en 2030, el uso de la energía primaria en las viviendas en un 16% y en un 20-22% para 2035. Y una fecha objetivo, 2050, año en el que se debe lograr la descarbonización total, tanto en nueva construcción, como en la ya existente.
En el caso de España, casi la mitad de las viviendas se edificaron antes de 1980, lo que supone que están lejos de contar con las mejoras en aprovechamiento energético que existen actualmente. En consecuencia, tienen baja calificación en el certificado de eficiencia que mide las viviendas más y menos eficientes, desde la A a la G, respectivamente. Los datos lo demuestran: según el INE, el 81% de los edificios tienen una calificación energética baja, entre la E y la G.