Las dos capitales españolas, a la cabeza de la inversión hotelera en Europa. Barcelona (4,3 sobre 5) y Madrid (4,3) se alzan como las dos ciudades más atractivas a la hora de invertir en este segmento en Europa en 2024. En la clasificación, les siguen París (4,1), Roma (4,0) y Lisboa (3,9), según el informe Hotel Investor Compass, realizado por Cushman & Wakefield Hospitality, a través de su división de Research en Europa.
El estudio, que analiza el panorama y las tendencias de la inversión en hoteles en el continente europeo, se ha realizado a partir de 60 entrevistas a directivos y recoge la opinión de firmas que acumulan en total 18.000 millones de euros invertidos en el segmento, durante el periodo 2019-2023.
¿Cómo ha evolucionado? Si se compara con el mismo estudio del año 2022, las que más crecen son Barcelona (+10%), Lisboa (+8%), Madrid (+7%), Roma (+6%) y Florencia (+4%). Por el contrario, el mayor descenso lo encontramos en Edimburgo (-20%) y Estambul (-31%).
«La posición de España y del conjunto de la Península Ibérica sigue atrayendo inversión gracias al atractivo y solidez del destino, tanto urbano como vacacional. Aunque los precios ya están en niveles saludables, sigue habiendo un potencial de revalorización y una rentabilidad acorde con lo que buscan los inversores. En destinos vacacionales, podemos ver más oportunidades de inversión de tipo value add en ubicaciones en segunda y tercera línea de playa para el reposicionamiento de producto, mientras que en el ámbito urbano se buscan más activos trofeo u oportunidades de conversión de otros usos a hoteles, en aquellas ciudades que la normativa lo permite», explica Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España.
Según los inversores, la Península Ibérica es la región más caliente para la inversión hotelera en 2024 con un 4,3 sobre 5 de puntuación global, seguida de Italia con 4,0 y Francia con 3,7. A continuación encontramos Reino Unido e Irlanda (3,5), DACH (Alemania, Austria y Suiza) (3,2), y, por debajo de 3.0, Benelux, Sudeste Europeo, países nórdicos y Europa Central y Oriental.
«En los destinos vacacionales en España y Portugal, las marcas internacionales han ayudado a reposicionar el destino y dotarlo de una gran solidez en el mercado internacional y de lujo, lo que impacta muy positivamente tanto en el ADR como en el valor de los activos. Estos nuevos conceptos de hotel de lujo vacacional han sido los grandes protagonistas del value add en los últimos años», comenta Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España.
Los criterios ESG son ya parte importante de las decisiones, también en el hotelero. Un activo puede incrementar un 5,5% su valor si cumple con criterios ESG demostrables mediante certificados de gestión ESG como BREEAM Outstanding o LEED Platinum, según los inversores. Y un 5% considera que este premium puede suponer más del 10%.
El 53% de los inversores creen que el segmento del lujo es más atractivo ahora que en 2019, año previo a la pandemia. A continuación, Cushman & Wakefield muestra los hoteles de categoría Upper Upscale que mejoran en interés un 46%; seguidos de los Upscale y los Economy, mientras que cierran la tabla los hoteles Midscale & Upper Midscale.
En cuanto a tipología y ubicación de establecimiento, los resorts y los apartamentos con servicios son los activos que más apetito inversor despiertan. Al comparar con la encuesta de 2022, se observa que los hoteles urbanos son los que más han aumentado su atractivo. Un 22% de los inversores los consideran más interesantes, mientras que en 2019 solo un 11% hacía esta consideración.
Un 52% de los inversores entrevistados disponen de entre 50 y 200 millones de euros para destinarlos a adquisiciones de activos hoteleros en Europa durante 2024; un 20% de los inversores tienen entre 200 y 500 millones de euros y otro 20% se sitúa por encima incluso de los 500 millones de euros. Esta posición inversora debería impulsar la actividad transaccional en regiones clave, como es el caso de España.