
Sumar y Esquerra Republicana (ERC) han criticado el nuevo Plan Estatal de Vivienda 2026-2030, mientras que Junts y Podemos han exigido al Gobierno que materialice las viviendas prometidas por Pedro Sánchez durante la campaña electoral, según Europa Press.
El plan contempla una inversión total de 7.000 millones de euros, de los que el 60% será financiado por el Estado y el resto por las comunidades autónomas. Su actualización, al estar regulada por real decreto, no requiere votación en el Congreso.
Críticas de los grupos
El diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, consideró el plan “insuficiente”, ya que “no refleja la urgencia del momento ni la audacia necesaria”. Reclamó una fiscalidad que penalice la especulación y refuerce el carácter social de la vivienda.
Por su parte, Etna Estrems (ERC) señaló que el programa podría crear “duplicidades” entre organismos estatales y autonómicos, e invadir competencias que en Cataluña ya asume la Agencia de Vivienda.
Desde Junts, Marta Madrenas coincidió en la necesidad de aumentar la oferta de vivienda, pero reprochó al Ejecutivo “anuncios con cifras estratosféricas que luego no se cumplen”.
El PNV, en cambio, valoró positivamente el espíritu del plan, aunque pidió una colaboración real con las autonomías para evitar solapamientos administrativos.
El debate evidenció las diferentes posiciones parlamentarias en torno a la política de vivienda, en un contexto marcado por el déficit estructural de oferta y el encarecimiento del alquiler.

