
El grupo Meliá ha decidido concentrar buena parte de sus esfuerzos en el segmento de lujo, uno de los menos afectados por los vaivenes del turismo. La compañía ha apostado por reforzar sus marcas más exclusivas y dar un nuevo posicionamiento a varios de sus hoteles históricos, según publica Expansión.
Esta estrategia busca garantizar una mayor estabilidad frente a las fluctuaciones económicas y la subida de precios que afecta a otros segmentos del sector. Con ello, Meliá quiere asegurar una base sólida de ingresos a largo plazo.
Actualmente, el 15,5% de sus hoteles operativos, en concreto 57 establecimientos, pertenece a alguna de sus cuatro insignias de lujo: Gran Meliá, The Meliá Collection, Paradisus y ME. Además, casi el 40 % de los proyectos futuros de su cartera llevarán alguna de estas marcas.
Apuesta por marcas exclusivas y expansión global
La compañía ha comprobado que esta estrategia está dando resultados. Aunque solo el 15% de sus habitaciones pertenece al segmento de lujo, estos hoteles representaron el 30% de su facturación en 2024.
Para consolidar este crecimiento, Meliá y sus socios han invertido más de 350 millones de euros en remodelaciones y nuevas aperturas. Entre las reaperturas más destacadas de este año figuran el Gran Meliá Victoria (Mallorca), ME Marbella, Paradisus Fuerteventura y Paradisus Bali.
De cara a 2026, la expansión continuará con dos grandes incorporaciones: el Paradisus Cancún y el Gran Meliá Don Pepe, en Marbella. Ambas propiedades se reposicionarán con un estándar más elevado para competir en la franja alta del mercado turístico.
El lujo también llega a Fuerteventura
Uno de los ejemplos más visibles de este impulso es el nuevo Paradisus Fuerteventura. El grupo ha invertido 30 millones de euros en transformar el antiguo hotel Los Gorriones, situado en Pájara. El objetivo es alcanzar un retorno de entre el 15% y el 17% de la inversión.
La renovación ha permitido elevar la categoría del establecimiento y convertirlo en el más caro de la isla. El precio medio es de 326 euros por noche y persona, unos 120 euros más que la media de la competencia y más del doble de su tarifa anterior.
Este complejo hotelero, construido en 1978 por un promotor local, formó parte de la cadena de resorts de Ruiz Mateos. Tras la expropiación de Hotasa, fue adquirido por Meliá con el apoyo de Aresbank. Hoy, pertenece a una alianza entre Banca March y Meliá, con una participación del 80% y 20% respectivamente.
Un enclave privilegiado con valor añadido
El Paradisus Fuerteventura cuenta con cuatro piscinas, 363 habitaciones y ocho restaurantes. Se ubica en un entorno natural único, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Uno de sus atractivos más destacados es su localización frente a la playa de Sotavento. Durante las mareas altas se forma una laguna temporal que genera una segunda línea de costa ideal para actividades acuáticas.
Meliá busca posicionar este hotel como un referente de lujo dentro de su portafolio. Su apertura forma parte de una tendencia clara: reforzar los segmentos más sólidos y menos sensibles a la incertidumbre económica.

