La estadística notarial y registral del mes de marzo, precisan, registrará transacciones hasta el 15 de marzo, día en el que creen que de verdad se paralizó la actividad, y no se espera una recuperación hasta al menos después de Semana Santa, un periodo vacacional que además siempre provocaba la disminución de operaciones entre marzo y abril todos los años.
Fuentes del Consejo General del Notariado han explicado que la paralización de las compraventas se debe a la instrucción que dictó este domingo la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, que permite solo atender urgencias. Pero el miedo al contagio, que se ha ido haciendo patente en cuestión de horas según se agravaban las estadísticas, ha dejado a cero la actividad; incluso las citas ya establecidas van a posponerse, y las oficinas no aceptarán nuevas visitas, si no han estado previamente concertadas.
Las inmobiliarias han anulado las visitas a pisos, una actividad que no está incluida entre las permitidas en el estado de alerta. A ello se une el cierre de agencias: desde algunas inmobiliarias y comercializadoras explican que solo está yendo a trabajar una pequeña parte del personal, para hacer tareas administrativas. Y ello, a pesar de que han incrementado los servicios telemáticos, ofreciendo visitas virtuales y recordando que la mayor parte de los trámites de reserva ya se pueden hacer online.
Un ejemplo es Century 21 New Estate. “Nuestra apuesta por el proptech viene de lejos y haremos que nuestro clientes puedan visitar las viviendas navegando por ellas de forma autónoma y virtual desde su ordenador” señaló Javier Ortega, director de la franquicia, en un comunicado. Las nuevas tecnologías pueden permitir también firmar el contrato de arras de forma telemática y con plena validez legal, precisó. Otras inmobiliarias, como Neinor Homes o Aedas Homes, también han hecho pública su oferta.
“En el sector residencial español tendrá un impacto muy significativo, al menos en 2020, fundamentalmente por la incertidumbre creada, la drástica reducción del turismo y de la actividad económica en general, la destrucción de empleo y por la disminución del efecto riqueza de los posibles compradores de una vivienda por las pérdidas de sus inversiones financieras”, opina Mikel Echavarren.
El directivo prevé también una “drástica reducción de ventas de viviendas a extranjeros”, porque si consideramos el efecto conjunto del Brexit y el coronavirus, dicho volumen podría reducirse en 2020 más del 50%, desde las 63.000 unidades vendidas a no residentes.
En cuanto a la vivienda nueva, cree que este año se producirán cancelaciones de contratos privados de compraventa de obra nueva, «que podrían reducir las unidades vendidas en 2019».
Para el directivo, la moratoria en el pago de hipotecas anunciada por el gobierno es una medida «razonable para unas circunstancias excepcionales que no deberían extenderse muchos meses. En cualquier caso estoy convencido de que la Banca española habría ofrecido alternativas similares considerando las circunstancias y la experiencia de las ejecuciones de la crisis anterior».