
Un nivel máximo de transacciones desde el año 2008, la resistencia del empleo, el restablecimiento del poder adquisitivo de los hogares por la contención de la inflación y una moderación del coste de la financiación hipotecaria han dinamizado los precios de la vivienda en España en el segundo trimestre de 2025. Las tasaciones de Tinsa by Accumin reflejan un incremento intertrimestral del precio de la vivienda nueva y usada del 2,6%, que sitúa la tasa de crecimiento en el último año en un 9,8%: 7,7 puntos porcentuales por encima de la inflación.
Las mayores subidas anuales de precios, por encima del 10%, se dan en Madrid, las islas y zonas de las costas mediterránea (Málaga, Valencia y Alicante) y norte (Cantabria y Asturias). Destacan también los repuntes de precio de entre el 7% y el 10% en las provincias limítrofes a Madrid (Toledo, Segovia, Guadalajara y Ávila), impulsadas por sus capitales.
La demanda robusta en un contexto de limitación de la oferta ha provocado una aceleración de los precios respecto a la tasa de variación del trimestre precedente. Los datos indican que el desequilibrio no se está corrigiendo en el corto plazo. «Aunque los visados de dirección de obra se incrementaron un 19,4% en el primer trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior, a corto plazo se registra un retroceso de las viviendas terminadas añadidas al parque de un 7,9%, reflejo de las dificultades enfrentadas por la construcción durante la pandemia», ha dicho Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa by Accumin.
Arias destaca que no se perciben en el mercado señales preocupantes de riesgo hipotecario. «El porcentaje de préstamos que cubre más del 80% del valor del activo se situó en un 10,9% en el primer trimestre de 2025, superior al 6,7% de hace un año, pero inferior al 16% medio que se alcanzó en el periodo 2004-2007, según datos del Banco de España«, ha explicado.
La tasa de esfuerzo de compra se mantiene en el 34%, nivel considerado razonable, gracias principalmente al restablecimiento gradual del poder adquisitivo de los hogares y, en menor medida, a la moderación del coste hipotecario. Las provincias que muestran los tensionamientos más críticos, por encima del 40% de la renta disponible del hogar medio, son Málaga, que alcanza el 57,7%, Baleares, Madrid y Cádiz.


