La situación actual ha llevado a los hoteleros de Benidorm a plantearse la opción de no abrir sus establecimientos hasta el próximo 2021 o solo una parte pequeña de ellos, para no incurrir en pérdidas mayores por falta de afluencia, para poder cubrir como mínimo el punto muerto de sus costes de explotación.
Así lo ha señalado Exceltur que afirma que este destino al igual que Baleares, depende mucho del turismo extranjero y que de cumplirse la restricción del tráfico intraeuropeo durante los próximos meses y un tardío descalamiento turístico y medidas de seguridad sanitarias en las playas que serían muy disuasorias, las consecuencias serían letales y afectarían a la actividad turística más que a ningún otro sector de la economía española.
De materializarse los aspectos desfavorables para el turismo de todas estas incertidumbres y las adicionales que también afecten a los viajes y que pudieran surgir de otras políticas restrictivas especificas, bien en nuestros principales mercados origen extranjeros, o de las que nuestras propias autoridades sanitarias pudieran imponer a turistas de esos países hacia el nuestro, nos lleva a contemplar una posible caída de hasta un -60,7% de la actividad respecto de la del cierre de 2019.
La misma previsión se augura para destinos estacionales como Baleares o Andalucía donde ya se da la temporada por perdida y, con ello, prácticamente todo el año, ha afirmado Juan Trian Riu, consejero directivo Corporativo de Riu que por el contrario señala que el golpe puede ser menor para destinos con un clima más cálido durante todo el año como las Islas Canarias o el Caribe, que quizás puedan reactivar a finales de año, según informa Preferente.