Avance tecnológico en el sector inmobiliario. Hace un par de semanas, el real estate español se dio cita para reflexionar sobre la transformación tecnológica del mercado. El encuentro, organizado por Canon y Brains Real Estate, contó con la perspectiva de empresas de distinta tipología que abordaron los principales retos a futuro de la ya actual transición tecnológica.
ESCP, Brains Real Estate, Canon, Aliseda Inmobiliaria, Testa Homes, Copernicus Real Estate Advisors, Intrum, Building Center (Caixabank), Merlin Properties y RetailCo (Santander): cada cual se especializa en un segmento o servicio concreto, pero todas sitúan el foco en el origen y calidad del dato, la interlocución con terceros como la Administración y la conexión entre los capitales tecnológico y humano.
La primera de las tres mesas redondas, que se traducirán en distintos podcasts, es ‘Actores de la transformación inteligente en el mercado inmobiliario‘, y cuenta con la participación de Jaime Luque, director de ESCP Institute Real Estate Finance and Management y director de la Cátedra de Innovaciones Tecnológicas en Real Estate del Gobierno de Mónaco; Alejandro Aguirre de Cárcer, CEO de Brains Real Estate y Javier Tabernero, Presidente y Consejero Delegado de Canon España y Portugal.
En esta edición especial de Brains Real Estate News Podcast, los directivos repasan casos de éxito y analizan cuestiones como la inversión y la morfología en el entorno proptech en España, el uso de Inteligencia Artificial y big data en el sector o la importancia de optimizar procesos en el día a día empresarial.
En esta mesa redonda, los ponentes utilizaron presentaciones en formato vídeo, así que parte de sus comparecencias incluyen referencias a esta parte audiovisual. Se trata, esencialmente, de casos prácticos y pasos a seguir en esta implementación tecnológica, cuyos detalles pueden consultarse con cada entidad.
Jaime Luque (ESCP Business School): perspectiva académica
En términos de capitalización, el inmobiliario es el activo «más importante a nivel mundial, más que los bonos y los stocks juntos». Sin embargo, a nivel digitalización, el sector sigue siendo «obsoleto». Por eso, según Jaime Luque, la disrupción tecnológica «que va a pasar y está pasando ya» va a marcar «un antes y un después».
Desde el ámbito académico, el profesional investiga y recopila ejemplos que constatan este auge del entorno proptech, en el que existen cuatro categorías: managing (gestión de propiedades), que representa en torno al 50%; living (tradicional y alternativo), construcción (que está ganando mucho terreno en términos de digitalización) e inversiones.
Junto a la cátedra especializada del Gobierno de Mónaco, la escuela de negocios publica anualmente el Proptech Annual Barometer. El informe recoge datos tanto de empresas como de inversores que apuestan por este ámbito, que engloba tanto construcción tradicional como gestión inmobiliaria. «Hay más de 7.500 empresas proptech a nivel mundial, cubrimos 95 países y más de 16.500 inversores», explica Luque.
La disminución del ritmo de fusiones y transacciones durante el año pasado es, según Luque, señal de «la consolidación del sector«. Este tipo de empresas emergen a principios de 2010, experimentan el pico más alto justo antes de la pandemia, con 75 billones en inversiones en transacciones, y sufren una caída post-pandemia. Luque, responsable del estudio, es optimista: avanza que las cifras actuales -que pronto se presentarán ante el Gobierno de Mónaco- ya han vuelto a niveles prepandemia y, de hecho, se han superado. «Este año sigue mejorando y subiendo la inversión».
¿Qué perfil invierte por ‘lo proptech’? Antes, generalmente, grandes fondos de inversión, a menudo fondos soberanos, pero desde que los gobiernos incentivaron el mercado para posicionarse en tecnologías emergentes, el perfil inversor ha cambiado. Ahora, también hay aceleradoras con respaldo de fondos, detalla el experto.
En el mercado proptech, la fuente de financiación más habitual es private equity y las grandes transacciones suelen girar en torno al property management o a la agilización de contratos de alquiler de edificios, o gestión de los mismos. Los países que lideran la generación de estas ofertas son Estados Unidos, China, Inglaterra, Italia, Francia, la India. A nivel europeo, Inglaterra lidera el podio, seguido de Italia, Francia y España, que guarda significativa distancia con los dos mercados anteriores.
Alejandro Aguirre de Cárcer (Brains Real Estate): perspectiva inmobiliaria
Desde el ámbito inmobiliario, Alejandro Aguirre de Cárcer explica que «la clave del éxito de la implantación de procesos y tecnologías de Inteligencia Artificial (IA), ahora mismo, es la combinación entre el equipo del ámbito tecnológico y del ámbito de negocio«.
El profesional anima a las empresas a formar un equipo interno centrado en IA: un mix de profesionales. Es la estrategia que ha seguido Brains, una empresa pequeña donde la mitad del equipo se dedica al ámbito comercial y la otra mitad es desarrolladora informática o periodista. Durante el último año y medio, parte de la plantilla ha estado investigando y experimentando distintos procesos en esta línea, y los resultados son positivos.
Uno de los primeros pasos fue solucionar una situación habitual: cliente de la plataforma de big data solicita un dato concreto, cuya extracción podía llegar a suponer horas. En Brains, el experimento funcionó y acabó derivando en un proyecto más grande, junto a Aedas Homes.
Otro paso que derivó en un proyecto junto a un cliente fue tratar de optimizar una de las acciones más mecánicas de otra marca del grupo (Aura Real Estate): analizar documentos. Se ahorra mucho tiempo, aunque tras la gestión documental «digitalizada», se sigue necesitando un ojo humano que corrobore. «La gente todavía no se fía de la IA» y es necesario «poder hacer click en el dato para subrayar su campo», matiza Aguirre de Cárcer.
Al reunirse con varias empresas, la firma detectó que destinaban a gestionar información «hasta casi un 30% del tiempo». La IA ya se ha normalizado en grandes corporaciones, pero «el 90% de las empresas inmobiliarias españolas son pequeñas y están trabajando en esto», así que el ahorro a nivel tiempo sigue siendo un gran reto, insiste el directivo.
Promotoras, socimis, fondos, servicers y asesoras: «nos sentamos con cada cliente y vemos dónde está el valor añadido». La diferenciación es clave, ya que marca qué acciones se harán o no usando la IA, y ésta sólo «sustituiría a la parte de cero valor añadido«, acciones más mecánicas, como abrir un pdf, copiar y pegar un número, sumar y restar, etc.
«El trabajo está en conocer los documentos, trabajarlos, haber estado esforzándonos con ellos». El directivo insta al sector a experimentar y a no ‘casarse’ con ninguna tecnología, dada la constante evolución.
Por último: recomienda un orden concreto. Categorizar documentos, identificándolos por tipología; cargar un ‘data trip‘, para contar con el ID interno del activo y cruzar cada dato con su ID correspondiente; reorganizar todos los documentos en función de los criterios que más convengan, y exportar según x variable, o con renombración. Además, se puede crear un check-list rápido para amenizar procesos, o seguir incluyendo más datos.
Javier Tabernero (Canon España y Portugal): perspectiva tecnológica
Además de ser conocida por cámaras, equipos de impresión, analítica de datos o diagnósticos médicos, Javier Tabernero explica que Canon está enfocada en la innovación digital y tecnológica, un objetivo que cuenta con presupuesto específico: «nos esforzamos todos los años por invertir un 8% de nuestras ventas, sólo en innovación». La ambiciosa apuesta mantiene a Canon desde hace ya 37 años en el top 5 a nivel patentes.
Fundada en 1937, la empresa líder en tecnología y servicios de imagen alcanza una facturación de 26 billones, es una de las empresas más reconocidas del mundo: número 33 a nivel global y multisectorial, y cuenta con presencia en 120 países. En línea a su filosofía, que opta por el progreso constante desde un punto de vista local y experto, la compañía se reunió directamente con el sector inmobiliario español para entender cuáles eran sus necesidades.
Desde el ámbito tecnológico, el profesional explica que uno de los primeros pasos de esta transición en Canon empezó por determinar en «qué grupos de transformación» quería estar presente la marca, más allá del día a día de la propia empresa. Primero, «buscar, en paralelo, entornos disruptivos«, para después «dividir al equipo por grupos de tecnología y verticales«.
Tras los primeros encuentros, el directivo ya anticipaba el auge que tendría esta nueva tecnología: «había hambre en el mundo del RE», le explicaban desde Brains. En este camino, el diálogo con las propias empresas ha sido necesario para radiografiar la situación: el reto determinante lo marcó Haya, como cliente, y el tipping point llegó tras una reunión con Aliseda, apunta Tabernero.
Hace años, en RE, sus primeras propuestas se dirigían a la captación de la realidad mediante tecnología 3D o realidad aumentada; en el sector industrial, una de las ramas que más impulso ha cogido en Canon, la clave fue centrarse en la digitalización de la cadena de suministro o la gestión documental, tecnologías de gestión de información.
Durante estos últimos años, en RE, Canon ha desarrollado algunos servicios que ha ido actualizando desde que apareció la IA: proyectos antiguos que se han ido sumando a los nuevos. «Lo que nos pasó en industria, nos está pasando ahora en RE», señala Tabernero.
Concretamente, a nivel gestión y optimización de procesos documentales, una de las áreas más señaladas de la digitalización del inmobiliario, el objetivo es «tratar de hacerlo fácil». Para eso, la firma cuenta con la división ‘Information Management Solutions‘, especializada en gestión de la información, que ya cuenta con una volumetría de 415.000 activos y unas 200.000 notificaciones gestionadas al año. Una de las herramientas de la marca es Doc-AI, centrada en la gestión documental de cantidad de formatos de archivo: contratos de alquiler, IBIs, multas, sanciones, tasas, catastros, tanteos, etc.
¿Servicio o solución? Tabernero lo tiene claro: las empresas se decantan cada vez más por solución, «cuanto más te hace la máquina», mejor. Se trata, insiste, de «conseguir que la actividad habitual de la compañía vaya muy rápida, que el cliente sea capaz de programar él sólo, y ‘que nadie se dé cuenta de lo que está pasando’, que se dediquen a lo suyo: a hacer negocio».
