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Estudiar en Madrid cuesta cuatro veces menos que en Nueva York… pero el doble que en Berlín

Un estudiante que se desplace a la capital española tendrá que pagar casi lo mismo que en París pero muy lejos de las ciudades americanas.

Student accommodation

Es una queja común de las películas y series americanas: el treintañero que debe destinar parte de su sueldo a pagar el crédito que pidió para pagarse la universidad. En este caso, no es ninguna ficción, sino toda (y muy cara) una realidad. Ser universitario en Estados Unidos sigue exigiendo un esfuerzo que se mueve entre los 7.000 y los más de 8.000 dólares al mes.

Según la última actualización de Impacts, el programa de análisis inmobiliario global de la consultora inmobiliaria internacional Savills, Nueva York (8.300 dólares mensuales), San Francisco (7.100 dólares mensuales) y Boston (6.800 dólares mensuales) son las ciudades del mundo donde es más caro estudiar, con dos tercios de los gastos mensuales destinados a educación.

Con un coste de la vida similares en las tres ciudades, Nueva York registra el gasto de alojamiento (siempre en una residencia destinada específicamente para estudiantes) más caro, más de 2.000 dólares al mes, ligeramente por encima de los 1.800 dólares que se destinan en San Francisco o los 1.400 dólares en Boston.

Madrid es la única ciudad española analizada del total de 20 municipios de todo el planeta y se sitúa justo en la mitad, en el puesto 11, bastante lejos en coste total de las americanas, en torno a los 2.000 dólares mensuales (dólar y euro están en situación de paridad en las últimas semanas). Con esa cifra se deben pagar alojamiento, matrículas y costes universitarios y gastos de alimentación y ocio.

Para el caso madrileño, lo más caro es un techo en el cobijarse, en torno a unos 900 euros y, por tanto, prácticamente la mitad de un presupuesto cuyo resto se reparte en sendos estipendios similares entre el coste educativo y el mantenimiento.

La capital española prácticamente calca los de París en el total en torno a los 2.000 euros pero en Francia la parte universitaria es más barata y el alojamiento, superior. Ambas duplican lo que cuesta estudiar en la ciudad más económica del informe, Berlín. En la localidad alemana se puede estudiar por unos 1.000 dólares mensuales.  

De hecho, el coste del alojamiento es bastante similar en ciudades análogas como Lisboa, Milán, Praga y las propias Madrid, París o Berlín. El escalón suele venir por el coste de la matricula y de las tasas por asignaturas. Aquí es donde Ámsterdam o Estocolmo, de tener cifras parecidas a las del sur europeo, saldrían más económicas en vez de los más de 3.000 euros mensuales que exige a sus estudiantes.

Aunque para escalón el que se da con el mundo anglosajón. Los costes educativos se disparan hasta en 4.000 dólares en las tres ciudades americanas y se elevan a 3.000 dólares mensuales en las tres siguientes ciudades más caras: Londres, Sidney y Toronto.

La capital británica, de hecho, no sólo exige una elevada factura universitaria, sino que es la más cara de las europeas que conforman el estudio, con casi 1.700 dólares mensuales para poder alojarse en una residencia y un gasto que supera los 5.000 dólares mensuales.

Un sector en auge

El número de estudiantes internacionales es cada vez mayor en todo el mundo y esta realidad está impulsando la inversión en residencias de estudiantes a nivel global. Prueba de ello es que, en 2021, de acuerdo con los datos de Real Capital Analytics (RCA), se registró el récord mundial de inversión en residencias de estudiantes, alcanzando los 21.500 millones de dólares.

El comparativamente menor coste de estudiar en Europa frente a Estados Unidos está impulsando el atractivo de ciudades europeas que ofrecen estudios en inglés, además de la oportunidad de aprender un idioma más, y esto a su vez está fomentando el desarrollo de residencias para estudiantes en localizaciones con escasez de oferta y creciente demanda.

La tendencia de incremento se está manteniendo en el presente ejercicio y, durante el primer semestre de 2022, la inversión en residencias de estudiantes ha sido de 13.100 millones de dólares en el mundo. Con estos datos, Savills estima que en 2022 se supere el récord de inversión registrado el año pasado.

Últimas operaciones en España con residencias de estudiantes

Prueba de que el sector está en ebullición es que sólo en un mes de escasa actividad como agosto, en España se han anunciado tres grandes operaciones en este ámbito. La última, del pasado 31 de agosto, cuando se supo que la constructora española ACR fue la elegida por el fondo de inversión belga LIFE.be para la construcción en Salamanca de una de las mayores residencias de estudiantes de España. El macroproyecto industrializado contará con 915 habitaciones y una superficie total construida de casi 27.000 metros cuadrados.

Además, el 24 de agosto, el fondo Patrizia hizo pública la compra de dos nuevos centros en Barcelona y, a principios de mes, se puso fin a la puja por las residencias estudiantiles de Resa. El fondo PGGM logró un acuerdo definitivo para la adquisición a Greystar, AXA IM Alts y CBRE del 100% de capital de Resa, grupo dedicado a las residencias de estudiantes. El importe de la operación habría sido cercano a los 900 millones de euros.

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