La constructora española ACR ha sido la elegida por el fondo de inversión belga LIFE.be para la construcción en Salamanca de una de las mayores residencias de estudiantes de España. El macroproyecto industrializado contará con 915 habitaciones y una superficie total construida de casi 27.000 metros cuadrados.
El plazo de ejecución de la nueva residencia se prevé en tan solo 16 meses gracias al uso de diferentes sistemas industrializados, tanto en 2D como en 3D. Además, se instalarán también módulos industrializados en 3D, como los 915 baños completamente terminados, tipo plug&play, a cargo de la empresa IC-10.
El conjunto, compuesto por tres volúmenes, contará con amplias zonas comunes para los estudiantes, con piscina, varios cooking lounges (cocinas-comedor compartidas entre varias habitaciones), gimnasio, cine, lavandería y salas de estudio. Todo ello, con el sello Breeam Excellent, que evalúa la sostenibilidad en la edificación, y con el sello Fitwell, que certifica el cumplimiento de altos estándares en términos de salud, bienestar de los futuros residentes y trabajadores del edificio.
La construcción industrializada, clave en el proceso
La adjudicación resulta de un proceso colaborativo que comenzó el pasado marzo en el que diferentes equipos -el estudio de arquitectura Ana Lozano_atelier, la consultora Valenthia Strategy, el Project Manager Arcadis, el industrial PRECON y un amplio equipo de ACR- han trabajado de manera conjunta.
Guillermo Jiménez, director general de ACR, ha señalado que el nuevo proyecto «es una muestra evidente de que el binomio de colaboración e industrialización es garantía de éxito, especialmente en este tipo de proyectos, al haber más elementos estandarizables que nos permitan aprovechar al máximo las ventajas de la industrialización».
Además, el directivo indica que con este paso, «vamos un paso más allá, pues la
incorporación de un sistema industrializado ha supuesto la diferencia entre que el
proyecto fuese o no realizable en el plazo objetivo». De hecho, según Jiménez permitirá «poner en funcionamiento la residencia un curso académico antes de lo que habría sido posible con una construcción tradicional«.
Fruto de esta colaboración, el proyecto se ha adaptado hasta lograr la solución industrializada que permitiese reducir el plazo de ejecución, ajustándolo a las necesidades del cliente y reduciéndolo así de 21 meses a los 16 previstos actualmente. Para ello, concretamente, se utilizará un sistema de estructura por muros de carga basado en hormigón armado que, al permitir ejecutar industrializadamente el proyecto en su totalidad -incluido el bajo rasante-, resulta el idóneo para la construcción de este megaproyecto.
Con 50 años de experiencia, ACR ha desarrollado 33.000 viviendas, 8.000 de ellas en los últimos 6 años, y numerosos proyectos no residenciales, como oficinas, residencias de ancianos y estudiantes, edificios industriales, hoteleros o sanitarios. La compañía cuenta con cinco delegaciones en Navarra, Madrid, Castilla y León, País Vasco y Aragón en una plantilla de 380 empleados.