Las viviendas más exclusivas de la capital viven un momento dulce. En 2021, el precio de estos inmuebles subió un 3% y, en 2022, subirá un 6%; según el informe Madrid Focus, elaborado por la consultora inmobiliaria Knight Frank.
A pesar de esta subida, Carlos Zamora, partner y head of Residential en la consultora, opina: «El residencial prime en Madrid sigue estando barato». Por el contrario, sí reconoce que alcanzar cotas superiores a los 20.000 euros por metro cuadrado será complicado a medio plazo.
Actualmente, el precio de la vivienda prime se sitúa en 8.500 euros por metro cuadrado, mientras el producto superprime se puede adquirir por más de 15.600 euros por metro cuadrado. En el caso del alquiler, los inmuebles prime se alquilan a 22 euros por metro cuadrado al mes, con una yield del 3%; y los superprime por encima de 35 euros, con una rentabilidad estimada del 2,7%.
De media, con un millón de dólares, en Madrid, se pueden comprar 105,5 metros cuadrados. Esta cifra se reduce drásticamente en otras capitales europeas como Berlín, Londres o París, donde solo se puede adquirir 73, 42 y 30 metros cuadrados, respectivamente.
El comprador nacional sigue protagonizando el 60% de las transacciones, frente al 40% extranjero; donde los mexicanos han cogido el testigo a los venezolanos. España es uno de los 15 países con mayor número de grandes fortunas que residen en su territorio. Además, Madrid se ha convertido en polo de atracción de multinacionales, que han impulsado su desarrollo económico y social.
«Estamos en un buen momento para comprar»
El director de Residencial de Knight Frank aleja cualquier sospecha de burbuja del residencial madrileño: «Estamos en buen momento para comprar: hay poca oferta y mucha demanda«. Sin embargo, Zamora sí reconoce que la tendencia alcista podría moderarse: «Va a haber una estabilización en el Real Estate y en el residencial durante unos años; pero aún nos queda 2023 de subida».
En 2021, solo se iniciaron, en la capital, 20.000 nuevas viviendas, una cifra que no ha sido capaz de solventar la demanda latente. El pasado ejercicio, se entregaron 16.600 unidades, un 23% más que en 2020.
En total, se registraron 87.500 operaciones de compraventa, un 62% más que en 2020 y un 33% más que en 2019, año prepandemia. El 85% de estas transacciones fueron en segunda mano, mientras la vivienda a estrenar mantiene una cuota estable entre el 10% y el 20%.
