Renta Corporación retorna a la senda de los resultados positivos. Después de un 2023 marcado por desafíos macroeconómicos y geopolíticos que provocaron el frenazo en el sector inmobiliario, la empresa obtuvo un beneficio neto de 0,5 millones de euros en el primer semestre de 2024, revirtiendo la tendencia negativa. La inmobiliaria pronostica que la recuperación de la actividad será progresiva, lo que permitirá consolidar su crecimiento en los próximos trimestres.
La compañía ha seguido apostando por el crecimiento de su línea de negocio patrimonial, con el fin de consolidar la recurrencia de los ingresos futuros del grupo y reducir la exposición al carácter cíclico del sector inmobiliario. En este sentido, durante el primer semestre del año, Wellder, socimi especializada en residencias de ancianos, compró cuatro nuevos activos en Alicante y Pamplona, alcanzando una cartera total de 10 inmuebles, valorada en unos 89 millones de euros.
Por otro lado, Cabe, dedicada al alquiler de trasteros urbanos, está avanzando con potenciales inversores para acelerar su expansión. Creada en 2022, la empresa dispone en la actualidad de 20 locales en Barcelona, Madrid, Palma de Mallorca y Zaragoza, con un valor total de 30,2 millones de euros. De estos, 11 están operativos y ocho abrirán próximamente. Asimismo, Cabe tiene en estudio una cartera de inversión de 12,8 millones, compuesta por otros 27 activos.
Sólida cartera transaccional
Renta Corporación también cuenta con una «sólida cartera» de negocio transaccional que asciende a 149,6 millones de euros, concentrada principalmente en el sector residencial y de oficinas. Además, la inmobiliaria está preparando el lanzamiento de un nuevo fondo de inversión para operaciones de valor añadido, cuya operativa se prevé iniciar en el último trimestre de 2024.
David Vila, consejero delegado de Renta Corporación, ha dicho que, «a pesar de la ralentización que sufre el mercado inmobiliario debido a los altos tipos de interés y la inestabilidad geopolítica, la compañía prevé que, con la estabilización de los tipos, la actividad y el dinamismo en el sector se reactiven de manera moderada, aunque condicionados por la evolución de la política monetaria».
