Pere Viñolas, consejero delegado de Colonial, dijo ayer, durante la junta de accionistas de la empresa, que la cotización en bolsa de la socimi únicamente refleja la mitad del valor de sus activos netos de deuda.
Después de definir 2022 como un ejercicio que no fue positivo para la cotización de Colonial, Viñolas justificó que se trata de un fenómeno muy sectorial, que afecta a todo el ámbito inmobiliario. Concretamente, la cotización de la socimi bajó un 24,1% a lo largo del pasado año.
Sin embargo, Pere Viñolas defendió que esa evolución en bolsa dista mucho de lo que marcan los fundamentales de Colonial, poniendo como ejemplo que la cotización, que este viernes alcanza los 3.062 millones de euros, solo recoge la mitad del valor de su cartera de deuda.
Además, Viñolas tildó el repunte de los tipos de interés como un elemento «extraordinariamente disruptivo», que se ha sumado a las consecuencias de la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania, como la «inflación desbocada» y otros problemas «que no pasaban en muchos años», y que han tenido una «recepción muy crítica» por parte de los mercados.
El consejero delegado de Colonial piensa que 2023 será un año de «mayor exigencia», ya que los tipos empezaron a subir en 2022 y será este ejercicio el más perjudicado por dicha política monetaria.
Por su parte, Juan José Brugera, presidente de Colonial, lamentó el momento de «gran incertidumbre financiera» que ha impactado en los mercados, aunque defendió que la socimi ha mostrado una alta resiliencia con sus edificios sostenibles y en zonas prime, que se alquilan antes y con mayores rentas.
