
El mercado de oficinas de Madrid registró un mejor comportamiento del esperado entre julio y septiembre del año 2023. Según el último estudio ‘Office Pulse’ de la consultora inmobiliaria Savills, la contratación bruta acumulada en el ejercicio se sitúa en niveles acordes a la media de la serie histórica, con 370.000 metros cuadrados.
Por su parte, Barcelona, después de una recuperación más rápida en 2021 y 2022, muestra menor dinamismo en lo que va de año, con 155.000 metros cuadrados de oficinas contratados hasta la fecha, cifra un 30% por debajo de la media de la serie histórica.
En relación con la demanda de oficinas, los datos de Savills apuntan hacia tres tendencias marcadas por la situación macro. Por un lado, un mayor interés por el formato plug & play, espacios ya implantados que permiten al inquilino agilizar la decisión, el proceso de cambio y ahorrar costes. Por otro, la priorización de espacios de calidad y atención al ESG. «A partir de oficinas de 1.000 metros cuadrados, prácticamente todas las compañías demandan que los activos tengan sello de calidad y sostenibilidad», ha dicho Ángel Estebaranz, director nacional de Oficinas de la consultora. Y por último, la flexibilidad. En este sentido, cada vez se detectan más empresas que buscan soluciones híbridas a la hora de contratar espacio de trabajo.
En cuanto a zonas, tanto en Madrid como en Barcelona, el centro del municipio acapara el principal foco de atracción gracias a la rehabilitación de edificios de oficinas. La tasa de disponibilidad ha bajado hasta el 4,3% dentro de la M-30 (Madrid) y hasta el 4,6% en la zona prime y centro de la Ciudad Condal. Sin embargo, en las zonas periféricas de ambas localidades, la disponibilidad se mantiene ligeramente al alza debido a la falta de grandes operaciones más propensas a estas áreas y a la entrada de nueva oferta en Barcelona y la menor calidad de los edificios en la periferia lejana de la capital de España.