La vivienda sigue pesando en el ánimo, y las deudas, de las familias españolas, que pese a ello continuaron reduciendo sus pasivos, -aumentando ahorro y reduciendo deuda- en previsión de una mayor ralentización de la economía, que ya venía produciéndose antes de la irrupción del Covid-19.
Así, el endeudamiento de los hogares españoles se situó en 2019 en el 91% de su renta bruta disponible, tras reducirse en cuatro puntos respecto al año anterior, según el informe «Evolución de los flujos y los balances financieros de los hogares y las empresas no financieras en 2019» publicado este jueves por el Banco de España (BdE).
LA ADQUISICIÓN NETA DE ACTIVOS FINANCIEROS DE LOS HOGARES SE ACELERÓ
En la deuda, los préstamos para la adquisición de vivienda suponen dos tercios de los pasivos bancarios totales de los hogares tras reducirse su peso sobre la renta en 2019, una evolución a la baja que también han experimentado los créditos al consumo.
De hecho, el Banco de España precisa que «por lo que se refiere a los créditos para la adquisición de vivienda, una vez más el importe de las amortizaciones superó al volumen de las nuevas operaciones, de manera que el resultado neto fue un descenso del saldo, si bien más moderado que el de 2018 (–0,6% de la RBD en 2019, frente al –1,1% del ejercicio anterior)».
La institución detalla que «la situación patrimonial de los hogares y las sociedades no financieras o empresas volvió a fortalecerse en 2019» con menos deuda en los dos casos. En el caso de los ciudadanos, la caída del endeudamiento fue de cuatro puntos porcentuales frente a 2018, hasta pasar a representar el 57% del PIB. Se trata de una relación dos puntos porcentuales menos que un año antes y 29 menos que en 2010, año de la crisis en el que se tocó el valor máximo.
Endurecimiento de crédito
Aún así, los créditos hipotecarios se situaron en 512.757 millones de euros, con un retroceso mensual del 0,2% e interanual del 2%, según el organismo supervisor.
Y es que la deuda de los hogares españoles se ha ido estabilizando e incluso bajando, hasta situarse en niveles previos a la crisis debido a la reducción paulatina de los préstamos contraídos, a la caída de los tipos de interés y al abaratamiento de los créditos. La banca está anticipando además, un repunte de la morosidad tras las vacaciones y endureciendo las condiciones para conceder préstamos. Igualmente el Banco de España ha advertido de los problemas futuros que puede ocasionar un sistema bancario en dificultades
