Canarias no era, hasta ahora, un destino estrella para los compradores de viviendas de ultralujo. Los inversores alemanes suelen preferir las Islas Baleares, los franceses suelen optar por Cataluña y los británicos y suecos mantienen en su radar a Málaga y la Costa Blanca alicantina. Sin embargo, la pandemia de coronavirus ha calado en la mente de muchos extranjeros, especialmente en la de aquellos que se acercan a la edad de jubilación, que buscan un concepto diferente para su segunda residencia.
«Prefieren lugares con menos bullicio, de naturaleza exuberante y gente cercana, con buena gastronomía y clima templado la mayor parte del año», explica Mikita Staselka, CEO y fundador de Stellanella, compañía dedicada a la promoción, construcción e inversión inmobiliaria.
«Es cierto que el origen de los clientes suele ser el mismo; nuestro target no ha cambiado», apunta Staselka. «Lo que sí ha cambiado es su perfil económico, al llegar inversores con un poder adquisitivo mucho más alto después de que se produjera la pandemia. Antes, recibíamos a un cliente que disponía de un millón o dos de euros para la compra, cantidad con la que en Canarias podía acceder a una propiedad con mejores prestaciones que en otros lugares», añade.
«Ahora, el nuevo cliente de superlujo no tiene techo. Puede hacer un proyecto de cinco o 10 millones de euros, pero busca un producto llave en mano. No quiere preocuparse por nada, solo de supervisar que reúne las condiciones que busca», asegura el empresario.
El nivel de exigencia es muy alto. Este tipo de compradores valora que el diseño, la construcción, el interiorismo y el paisajismo cuenten con un alto grado de profesionalidad y rapidez en la ejecución.
«Es un cliente que llega para comprar obra nueva construida y se encuentra con que en Canarias no hay una gran oferta para este nicho de mercado, por lo que pide el menor plazo de ejecución posible», afirma Mikita Staselka, que comenta que la mayor parte de los inversores de este nivel se concentran en el sur de Tenerife y Gran Canaria por su mayor conectividad aérea.
