El indicador de la situación del mercado inmobiliario español elaborado por CBRE, asegura que el la recuperación es una realidad, situándose en niveles de enero-febrero de 2020.
Por quinto mes consecutivo, el baremo no deja de subir, ascendiendo once puntos durante el mes de junio. Cierra el trimestre en 92 puntos, después de empezar el año en -17. Solo en el segundo trimestre del año subió 64 puntos, con un rally alcista equivalente al rebote tras la brusca caída por el inicio de la pandemia.
Sergi Esteban, senior Data Scientist del departamento de Data Science de CBRE España, asegura que se «afianza la tendencia positiva». Opina que los próximos meses son claves para conocer si la tendencia está consolidada, especialmente con la llegada de las nuevas variables del virus.
Las tendencias se equilibran
Miriam Goicoechea, directora asociada de Research de CBRE España, explica: «La demanda tanto de oficinas como de activos industriales presentó una tendencia positiva en el mes de junio, aunque a un ritmo algo menor que los meses anteriores. La asistencia de empleados a los lugares de trabajo creció significativamente tanto en oficinas como en activos industriales, y los ratios de deuda presentaron una ligera mejora, especialmente en el sector de retail».
También, aseguró que el buen ritmo del indicador se debe a los positivos resultados macroeconómicos que influencian al Real Estate español, con un aumento en el consumo y una bajada en la volatilidad. Esto, unido a la vuelta a los desplazamientos, elevó la demanda hotelera y la afluencia de las calles comerciales de las principales capitales.
La inversión en Europa se dispara
Según otro estudio de la consultora, la inversión inmobiliaria en Europa fue de 70.000 millones, en el segundo trimestre del año. Esta cifra supone un 45% más que en el mismo periodo del año anterior. Los países que mayor fortaleza presentan en este aspecto son Reino Unido, Alemania y España.
Los subsectores que mejor comportamiento demuestran son logístico, oficinas y hotelero, con subidas del 64%, 37% y 9%, respectivamente. Por el contrario, La inversión en residencial se redujo un 26%.