Paso hacia delante de los acreedores de Haya. Los dueños de bonos del servicer de Cerberus han solicitado convertir la deuda que mantiene Haya Real Estate en capital, es decir, en acciones de la compañía; según Cinco Días.
De completarse esta operación, los acreedores tomarían cerca del 40% del capital de la compañía, sin que Cerberus perdiera su estatus de máximo accionista. Sería una operación que rondaría los 1.000 millones de euros.
Ambos bandos permanecen enrocados en una negociación en la que median Milbank, Houlihan Lokey y Linklaters por el lado del servicer; y PJT Partners y el despacho de abogados Latham & Watkins por parte de los bonistas.
Están pendientes de pago 425 millones de euros en bonos, con un cupón del 5%. Este cupón supone 21 millones de euros anuales en intereses. La cotización de estos productos de renta fija se sitúa un 80% por debajo de su valor nominal y las agencias de rating S&P y Moody’s han recortado severamente su calificación. El ratio de endeudamiento de la compañía es de 5,4 veces el beneficio de los últimos doce meses.
Haya perdió, en 2019, 37,4 millones y otros 19 millones en 2020. En los primeros nueve meses de 2021 tuvo pérdidas por 6,3 millones. A pesar de esto, genera un flujo de caja constante, hasta alcanzar una caja de 108 millones en septiembre del pasado ejercicio.
Haya se defiende
El servicer de Cerberus contrató, en septiembre, al especialista en restructuraciones Houlihan Lokey para que iniciase negociaciones con sus acreedores. Una de las peticiones que hacían los bonistas era una inyección de capital de Cerberus en la compañía para asegurar su viabilidad, acción que no estaba en los planes del fondo de inversión estadounidense.
Hace solo unos días, el servicer logró la gestión de 6.400 activos REO’s de Cerberus y del Frob, cuyo valor nominal podría alcanzar los 500 millones de euros. El contrato con Cerberus incluye 6.000 REO’s del Proyecto Jaguar, procedentes de Cajamar.
El próximo frente de Cerberus es el macrocontrato con Sareb. El ‘banco malo’ sacó a concurso la gestión de una cartera de 3.000 millones de euros. Están inmersos en el proceso Altamira, Haya Real Estate, Solvia, Hipoges y Anticipa. Hasta el momento, solo se ha caído del proceso el servicer de CaixaBank y Lone Star, Servihabitat.
