El fondo neoyorquino Marathon ha comprado al Banco Santander una cartera de préstamos dudosos valorada en 600 millones de euros. Según adelanta El Confidencial, los norteamericanos podrían haber pagado 100 millones, un 16,7% del valor de los préstamos, a la entidad presidida por Ana Botín.
El porfolio traspasado está compuesto, en su mayoría, por préstamos a pequeñas empresas, especialmente a empresas hoteleras. Dentro aparecen deudas tan singulares como la encargada para la construcción del Palacio de Congresos de Oviedo, de Santiago Calatrava.
La tasa de morosidad del banco se sitúa en el 6,18%, muy por encima de la del sector (4,5%). Esta importante tasa de impagos se deriva en buena medida de la compra de Banco Popular.
En la operación asesoró Deloitte, que ayudó a escoger entre las ofertas recibidas, entre las que estaban las de otros vehículos como Fortress y Tilden.
Los bancos apuran la venta de carteras tóxicas
La venta de Santander llega solo un día después de la realizada por Cajamar. La entidad surgida de la fusión de varias cajas rurales vendió a Cerberus una cartera de 500 millones en activos. Ese porfolio contiene 6.000 activos REO, entre los que hay activos residenciales, locales comerciales, oficinas y suelo. Los inmuebles están repartidos por Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares y Región de Murcia.
También, CaixaBank encargó a la consultora KPMG la venta de un porfolio de hipotecas dudosas valoradas en 576 millones. El banco fruto de la absorción de Bankia realizó este movimiento para paliar el aumento de la morosidad que ahora tiene.