Rover, empresa tecnológica con base en Seattle, refuerza su presencia en Barcelona y triplica su superficie actual destinada a oficinas en la ciudad pasando de los 600 metros cuadrados a más de 1.800 metros cuadrados en una operación asesorada por JLL.
Rover, que opera en un sector en crecimiento, la contratación de cuidadores para mascotas, gestiona todas sus operaciones en Europa desde Barcelona.
La nueva sede de Rover estará ubicada en el corazón del distrito 22@, específicamente en la zona de Gloriès. Este enclave destaca por su proximidad a las principales arterias de la ciudad, como la Gran Vía de las Cortes Catalanas, la Avenida Diagonal y la Avenida Meridiana, convirtiéndolo en un punto estratégico para la empresa y sus empleados.
Allí, la compañía ocupará una planta completa en un edificio Grado A, que fue reformado íntegramente en 2018 y que cuenta con la certificación Leed Platino, el máximo nivel de reconocimiento que otorga el U.S. Green Building Council (USGBC) y que distingue a aquellos edificios que cumplen con los más altos estándares de sostenibilidad y de eficiencia energética.
Adriana Gorri, directora de Markets de JLL España, destacó la importancia de esta operación para Rover y para el mercado inmobiliario de Barcelona. «Esta expansión, en la que Rover triplica su espacio de oficinas en la ciudad, refleja el creciente interés de las empresas por ubicarse en edificios prime que ofrezcan certificaciones de sostenibilidad y espacios adaptados a las necesidades de sus equipos», explicó Gorri.
El edificio cuenta con un espacio destinado al estacionamiento de vehículos de micromovilidad urbana como bicicletas y patinetes eléctricos. Asimismo, el inmueble dispone de una terraza comunitaria de cerca de 1.000 metros cuadrados en la última planta.
En el área de Gloriès ya están presentes compañías como Adevinta, Indra o la sede europea de TravelPerk, para la que Tétris, la división de diseño y construcción de JLL creó e implementó el proyecto de diseño y construcción.