Madrid quiere hacerse un hueco como destino preferente de las empresas tecnológicas y start-ups que se instalan en España y que ahora eligen con frecuencia Barcelona.
De hecho, según los cálculos de la consultora Colliers, «entre un 15-20% de la contratación total de oficinas en la capital española proviene de las empresas tecnológicas, frente a más del 30% que registra la ciudad condal», explican a brainsre.news Antonio Andreu, associate director de Landlord Rep Offices en Colliers, y Diego Oliver, director en la oficina de Barcelona.
En efecto, España registró el año pasado la instalación de 4.115 start-ups, la mayoría de ellas ubicadas en las principales ciudades. Barcelona cuenta con unas 2.000 y situándose en plena expansión, según un estudio de AvaLanding, firma especializada en movilidad internacional para inversores extranjeros. El último ejemplo del furor tecnológico por Barcelona es el alquiler de Apple de 6.000 metros cuadrados en el Paseo de Gracia justo enfrente de su tienda.
¿Por qué Barcelona?
Desde el punto de vista del empresario, el de Matthijs Aler, CEO de Ohpen, -que instaló en 2017 su centro de desarrollo de tecnología para el sur de Europa en Barcelona-, puede ser una buena respuesta: «por tres motivos principales: la presencia de buenas universidades, la disponibilidad de profesionales altamente cualificados y el hecho de que Barcelona se está convirtiendo rápidamente en un hub tecnológico de excelencia».
“Ha habido una clara tendencia de atracción de empresas de tecnología hacia Barcelona por su atractivo como principal hub del sur de Europa, pero también Madrid ha incrementado considerablemente la cuota de participación por parte de este sector en la contratación de superficie de oficinas”, precisan desde Savills Aguirre Newman. Para Raisa Venermo, socia cofundadora de AvaLanding, «Barcelona continuará siendo el Silicon Valley de Europa y seguirá atrayendo talento internacional, como lo ha hecho hasta ahora”.
Diego Oliver, de Colliers, recuerda que el hecho de que algunas empresas estadounidenses hayan puesto su sede EMEA en Barcelona ha supuesto un espaldarazo a la imagen de la ciudad y un efecto llamada, y no olvidemos «que el precio de los alquileres es entre un 35 y un 40% el de París y un 25% de Londres«, apostilla. Porsche Digital España, una filial de la automovilística de lujo, ha instalado su sede en el número 124 de La Rambla, recuerdan.
«La celebración de ferias de corte tecnológico como el Mobile o encuentros de financiación para start-ups es un aliciente más para darse a conocer y han generado un ecosistema» como el Silicon Valley del sur de Europa, añade Oliver. El último ejemplo es el de las asociaciones DFactory y Barcelona Tech City, que han firmado un convenio de colaboración para atraer inversión local e internacional a la ciudad y conectar el talento con las empresas.
Madrid, más institucional
«Madrid es más institucional que Barcelona, y las empresas buscan instalar sus sedes oficiales u oficinas representativas; hay grandes corporaciones como LinkedIn, Telefónica, Amazon o Faceboook», argumenta Antonio Andreu, de Colliers. Pero Barcelona en su opinión, se está convirtiendo en un «hub tecnológico desde 2014, por su conexión buena y rápida por aeropuerto con París o Londres, y un coste de vida razonable frente a otras capitales europeas».
En este contexto, tiene también mucho que ver la creación de una zona de oficinas, el 22@, producto de la reconversión a terciario de un ámbito portuario que se había degradado, y que desde su origen nació con la vocación de ser sede de empresas de tecnología. Y lo está consiguiendo. Las grandes operaciones relevantes, tanto en alquileres como en promoción e inversión se realizan ahí; suponen ya el 53% del total de la inversión en el primer trimestre de este año. El otro foco es la Torre Agbar (ahora Torre Glòries), propiedad de Merlin Properties y diseñada por Norman Foster.
Pero Madrid también está atrayendo la instalación de las divisiones tecnológicas de compañías, como este área de los laboratorios Roche en un inmueble de Torre Rioja, la Socimi especializada en oficinas. Precisamente esta compañía es dueña de la marca Distrito Madbit, una nueva denominación del ámbito Terciario de Julián Camarillo, que une a varios propietarios con el objetivo de impulsar el barrio como sede de empresas tecnológicas. De hecho, el edificio OM Infinito, de 39.000 m², que actualmente termina de construir en Madbit, es uno de los focos que Torre Rioja aspira a convertir en el hub de Madrid.
“En los últimos cuatro años nuestros clientes han invertido en España más de 200 millones de euros y ya tenemos señales de que varios sectores se reactivarán en breve, cuando la desescalada esté completa”, apunta Raisa Venermo.