Un mercado con cifras preCovid aunque sin alcanzar el boom tras la pandemia. Ésta es la radiografía que hacen desde el sector residencial que se prepara estos días para la celebración de la cita anual de promotores y compradores por excelencia: el salón inmobiliario de Madrid (Sima) 2022.
«Este año convocaremos a 270 entidades entre empresas e instituciones, público y privadas, cifra prácticamente similar a la de 2019. Habrá un total de 15.000 viviendas, y esperamos una participación de visitantes ligeramente mayor para aquellos que buscan segunda residencia y producto de inversión», explica Eloy Bohúa, director de Planner Exhibition, organizadores de Sima.
Temas del acceso a la vivienda, la llegada de fondos Next Gen en el sector o la aplicación de las innovaciones se tratarán en el encuentro sectorial que reivindica a la vivienda como un refugio frente a situaciones inflacionistas como la actual y alerta de los riesgos que pueden afectar a este mercado.
«No en todas las Comunidades Autónomas se han puesto en marcha la tramitación de expedientes para recibir fondos Next Gen con los que rehabilitar un edificio o zonas más grandes como un barrio. Hay riesgo de que si no llegan a tiempo estos fondos, no se consigan los objetivos», apunta Juan Antonio Gómez Pintado, presidente de las patronales Asprima y APCEspaña. Lo mismo apunta con la recién aprobada Ley de Acceso a la vivienda. «España no va a ser diferente de otros países donde se han aplicado medidas de limitación de rentas. Parece que el alquiler es la única vía de acceso a la vivienda», se lamenta Gómez-Pintado.
Los promotores asumen la subida de costes
Otro tema que preocupa en el sector es el impacto de la subida de muchos materiales de construcción, debido a las dificultades de distribución internacionales. «Las obras que están comenzadas se van a terminar sí o sí. Sin embargo, según el estudio que hicimos, en el caso de las no iniciadas, un 43% de los promotores probablemente cancelen las preservas y espere».
«En el caso de la vivienda libre (o privada), entre el 36% y el 40% de toda la inversión corresponde al suelo, con lo que se minimiza los costes de construcción que, desde mayo de 2021, han subido un 18%, con un efecto total del 7%. Un efecto que se asume», agrega el presidente de los promotores. «Pero en la VPO no ocurre lo mismo, ya que el impacto de las subidas de los costes de construcción es del 16%».
Así, «en la promoción privada habrá mucha normalidad», augura Gómez-Pintado que reconoce que a pesar de que «la cifra de visados está incrementándose, no llegará a la alcanzada en 2021».
«En un momento en el que estamos en ahorro máximos, la gente se lo gastaba en servicios. Ahora, al ver las cifras de inflación, se ve la vivienda como un activo real donde poner sus ahorros. Muchas decisiones de compra se están tomando con esta coyuntura, que hace que las ventas de vivienda no se vean afectadas«, añade.
