La rentabilidad del alquiler residencial continuó al alza en 2022, pasando del 5% de 2021 al 5,9%. Ni siquiera el aumento del precio de la vivienda registrado durante el año pasado consiguió frenar la rentabilidad. Tanto es así que solo en nueve provincias, incluidas las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, la rentabilidad del alquiler estuvo por debajo del respectivo repunte porcentual del precio de la vivienda.
Esta es una de las principales conclusiones de un análisis realizado por la sociedad de tasación Euroval en el que ha comparado, por una parte, el precio medio agregado de la vivienda en España, según la estadística del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y, por otro, el precio medio del alquiler.
El estudio comparativo de las series de 2021 y 2022 viene a confirmar la tendencia al alza en la rentabilidad del alquiler residencial que se registra desde el final de la pandemia y que ha coincidido, además, con un periodo de calentamiento de los precios de la vivienda. Sin embargo, la rentabilidad de los alquileres continúa estando lejos de la que tenía antes de la llegada del coronavirus. En 2019, la rentabilidad fue del 6,8%.
Se trata de rentabilidades agregadas, sin distinguir entre vivienda nueva y usada, si bien los autores del informe dejan entrever que estás serán mayores en el caso de las viviendas usadas, ya que la diferencia en el precio del alquiler respecto a otra nueva es muy inferior al del respectivo precio de compra.
El análisis de Euroval también llama la atención sobre el hecho de que «la oferta de alquileres se concentre en unas pocas provincias, de manera que solo Madrid y Barcelona tienen el 35% de toda la oferta de alquileres; si añadimos Málaga, Valencia y Alicante se llega al 52%, y con Mallorca, Sevilla, Granada y Asturias vemos que el 65% de toda la oferta de alquileres de España se concentra en únicamente nueve provincias».
Otro dato destacable se refiere a la importante dispersión geográfica del alquiler residencial, que se ajusta a una lógica inversa. De esta manera, las provincias donde el alquiler es más caro no son siempre las más rentables. Es el caso, por ejemplo, de las cinco provincias españolas donde el precio medio de la vivienda es también el más alto: Baleares, Barcelona, Madrid, Guipúzcoa y Málaga. Ninguna de ellas bate la rentabilidad media nacional.
Valencia es la provincia española donde la rentabilidad del alquiler fue más alta en 2022: un 8,3% anual. Solo otra provincia presenta una rentabilidad anual por encima del 8%: Cuenca (8,1%). Con retornos iguales o superiores al 7% están Albacete (7,7%), Castellón (7,6%), Segovia (7,5%), Ávila (7,3%), Badajoz (7,2%), Ciudad Real (7,2%), Salamanca (7,1%), Murcia (7%), Toledo (7%) y Zamora (7%). En la horquilla del 6% se encuentran Soria (6,8%), Cáceres (6,8%), Córdoba (6,8%), Huelva (6,8%), Granada (6,7%), Sevilla (6,6%), Teruel (6,6%), Almería (6,5%), León (6,5%), Lérida (6,5%), Orense (6,4%), La Rioja (6,4%), Barcelona (6,4%), Huesca (6,2%), Jaén (6,2%), Lugo (6,2%), Navarra (6,1%), Alicante (6,1%), Palencia (6,1%), Guadalajara (6%) y Asturias (6%). Por debajo del 6% se cuentan 19 provincias: Burgos (5,9%), Ceuta (5,9%), Tarragona (5,9%), Cádiz (5,7%), La Coruña (5,7%), Las Palmas (5,7%), Zaragoza (5,6%), Pontevedra (5,6%), Cantabria (5,5%), Valladolid (5,4%), Melilla (5,3%), Santa Cruz de Tenerife (5,3%), Vizcaya (5,3%), Álava (5,2%), Guipúzcoa (5,2%), Gerona (5%), Málaga (5%), Madrid (4,7%) y Baleares (4,2%).
En términos globales, la rentabilidad del alquiler residencial en 2022 con respecto a 2021 subió en 40 provincias, bajó en seis y se mantuvo estable en otras seis.