La gestión y situación del mercado inmobiliario en nuestro país es uno de los debates más importantes por los problemas derivados para la sociedad. Incluir nuevas formas de transformación del parque inmobiliario ayudará a relajar la tensión actual.
La situación actual del mercado inmobiliario español refleja una realidad preocupante: una baja oferta de proyectos de obra nueva y una escasa disponibilidad de viviendas y edificios residuales sin uso. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados en el último Censo de Población y Viviendas a 1 de enero de 2021, existen más de 3,83 millones de viviendas vacías en España, lo que representa aproximadamente el 14,4% del total del parque de viviendas en el país, que se contabiliza en más de 26,62 millones.
A la problemática de las viviendas vacías se le unen los pronósticos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, que aseguran que España necesita un millón de inmuebles para afrontar las necesidades de vivienda que existen actualmente. Es más, según el Gobierno, esta cifra aumenta en 100.000 viviendas cada año.
En este contexto, desde las administraciones públicas se anunciaron nuevas medidas para mejorar el sector, como la eliminación de la visa gold por compra de vivienda superiores a 500.000 euros o los planes de construcción de vivienda pública. Sin embargo, estas medidas pueden no ser suficientes.
Este es, seguramente junto al laboral, uno de los debates que más interés suscitan en la sociedad. Los problemas de acceso a la vivienda copan las primeras posiciones entre las preocupaciones de la ciudadanía. Por eso, es importante buscar alternativas y ser creativos para darles solución.
Una de ellas es el house flipping, que tiene el propósito de remodelar viviendas y darles un nuevo uso mediante reformas ajustadas a las necesidades de los consumidores. También beneficia a inversores, que pueden entrar en el mercado inmobiliario sin grandes capitales y sin siquiera ser profesionales en el sector.
Entre los beneficios que hay para quienes buscan vivienda, claramente destaca el acceso a inmuebles renovados con apariencia como si fuesen nuevos y a precios más asequibles. Además, estos tienen una eficiencia energética mejorada, lo que repercute en ahorros para quienes las habitan y cumplen los objetivos medioambientales marcados por la Unión Europea. Por último, la ubicación de estos inmuebles rehabilitados es céntrica o en emplazamientos preferentes a unos precios más competitivos.
Si nos fijamos en las posibilidades que se ofrecen a inversores, en primer lugar es una forma de diversificar su portafolio. Además, al ser una alternativa al sistema tradicional de inversión en el mercado inmobiliario, hace que las inversiones sean mucho más asumibles, permitiendo la entrada a inversores con menor capacidad. Finalmente, la reconversión de espacios infrautilizados, como antiguos inmuebles o locales comerciales vacíos, contribuye a la revitalización urbana y a un desarrollo sostenible gracias a la acción directa de los inversores.
En este sentido, el house flipping es una solución necesaria, ya que no requiere de suelo nuevo, sino de dar nuevo uso a viviendas ya existentes que no están en condiciones óptimas, por lo que no responden a las expectativas del mercado. Implementado de forma responsable y sostenible, tiene el potencial para transformar el parque inmobiliario español, a la vez que satisface las necesidades de vivienda de la sociedad, ofrece alternativas a los inversores y contribuye a un desarrollo urbano más equilibrado.
Artículo de opinión escrito por Sergio Navarro, cofundador y CEO de Domoblock