Nueva transacción en Barcelona. La familia Bernat, antes propietaria de Chupa Chups, se ha hecho con la antigua sede de Barclays, ubicada en el número 45 del Paseo de Gracia, uno de los inmuebles con más demanda de la Fundació Vila-Casas en la ciudad condal. Se trata, además, del activo colindante a la conocida Casa Batlló, inmueble gestionado por la empresa familiar.
Los Bernat adquieren el activo por un importe que no ha trascendido hasta el momento, tras un proceso de compraventa intenso, con competidores como KKH Property Advisors, fondo de inversión liderado por Josep Maria Farré, firma que también había mostrado interés por el edificio, según ha avanzado Crónica Global.
Según el acuerdo firmado, es propiedad de la familia Bernat la planta baja, la primera y la segunda, anteriormente ocupadas por entidades bancarias. Las plantas superiores del activo, por su parte, seguirán siendo viviendas de lujo. Los bajos comerciales del inmueble, por otra parte, se destinarán a uso retail, atrayendo así a mirada de marcas premium interesadas en tener presencia en la ‘milla de oro’ barcelonesa.
Tras la adquisición, el activo albergará la sede de las oficinas gestoras de la Casa Batlló, uno de los principales activos turísticos de la capital catalana. La transacción, enmarcada en el plan de expansión de la compañía, contribuirá a reforzar su presencial en los sectores turístico y comercial en la ciudad.
El inmueble era parte del patrimonio inmobiliario de Antoni Vila-Casas, fundador de la farmacéutica Prodesfarma, y fue adquirido hace 15 años por 20 millones de euros, por parte de la Fundació Vila-Casas. Tras su fallecimiento, la fundación que ahora dirigen su exesposa y su hija ha llevado a cabo una estrategia de desinversión de sus activos inmobiliarios. Este ha sido el primer inmueble en venderse.