Según el índice Tinsa IMIE General y Grandes Mercados, el precio medio de la vivienda nueva y usada ha registrado en julio un incremento mensual del 0,9%, lo que sitúa la variación interanual en el 4,9%. Esta evolución en el último mes supone un moderado repunte de tres décimas con respecto a la tasa de incremento mensual de junio.
Asimismo, y teniendo en cuenta las tasaciones realizadas, Tinsa ha informado que la costa mediterránea, las localidades de interior y, en menor medida, las capitales y grandes ciudades fueron los principales impulsores del valor residencial en el mes de julio.
Al respecto, Cristina Arias, directora del servicio de estudios de Tinsa, ha señalado que «la demanda de vivienda continúa moderándose, aunque de forma gradual, como reflejan las compraventas acumuladas durante los cinco primeros meses del año, que caen un 12,5% interanual. Pese a ello se mantienen un 9% por encima de los niveles de 2019, según datos de notarios. El incremento de los tipos de interés afecta más fuertemente a la concesión de hipotecas, que se reducen más que las compraventas en su conjunto».
Respecto al aumento del valor medio de la vivienda nueva y usada, en comparación al mes anterior, fue del 1,2% en julio tanto en costa mediterránea como en resto de municipios, seguidos de cerca por las capitales y grandes ciudades. De igual forma, las islas y las áreas metropolitanas se encarecieron por debajo de la media nacional con un 0,6% mensual.
Frente al repunte del índice general, continúa enmarcándose en un entorno general de desaceleración de los precios residenciales y de tendencia hacia la estabilización, observado desde finales del ejercicio anterior en todas las zonas, a excepción de las islas. El valor medio en los territorios insulares era en julio un 6,2% superior al del año anterior, solo superado por las áreas metropolitanas que se mantienen como el grupo que más se ha encarecido en tasa interanual con un 6,4%.
Por otro lado, y por debajo de la media nacional, en los últimos 12 meses el precio aumentó un 4,6% en la costa mediterránea. Ante un panorama de moderación de la demanda, la directora del servicio de estudios de Tinsa ha reflexionado que «los hogares solventes continúan canalizando ahorros hacia la adquisición de una vivienda para su uso, lo que es coherente con un indicador de empleo que ha seguido evolucionando de forma positiva, y con la relevante mejora en la confianza de los consumidores desde julio de 2022».
Finalmente, el índice IMIE General se ha incrementado un 37,3% desde el mínimo registrado durante la crisis financiera en agosto de 2015, destacando las capitales y grandes ciudades como el grupo más dinámico, 45,7% desde su mínimo, un ritmo que duplica el registrado en los mercados de interior y de menor tamaño que representa resto de municipios, 22% desde su mínimo. A pesar del crecimiento acumulado en los últimos ocho años, el valor medio de la vivienda nueva y usada en España se encuentra un 19,2% por debajo de la referencia máxima alcanzada en 2007.