El doble de edificios = el doble de comunidad. Cierra 2023 y Urban Campus repasa su año. Desde su fundación en 2016, en París, la marca especializada en coliving ha contribuido a redefinir la forma en que vivimos en las ciudades, posicionando el asset class del Build to Rent como un elemento clave del inmobiliario. Este año ha sido particularmente destacado: la firma ha duplicado la cantidad de activos que opera y, por ende, también su comunidad.
Desde su fundación, Urban Campus se ha consolidado como firma referencia en el espectro BTR español y francés. La compañía, que en sus primeros movimientos ubicó sus primeras operaciones en Madrid, actualmente opera nueve espacios en España y dispone de hasta 30 proyectos en desarrollo en toda Europa.
En 2020, Urban Campus lanzó el primer Coliving Impact Report, con el objetivo de compartir su conocimiento y destacar el impacto positivo que esta nueva forma de flex living tiene en sus inquilinos y cómo influyen estos nuevos modelos de vivienda en el ecosistema inmobiliario. Este año, con el significativo aumento en presencia, su informe anual adquiere una relevancia aún mayor, con interesantes conclusiones para el sector.
El perfil del usuario de Urban Campus
Con la apertura de nuevos edificios, se ha observado una evolución en el perfil de clientes, la edad media de los inquilinos ahora es de 35 años, con un 42% viviendo en pareja y un 58% solteros. El 73% vive solo, y todos comparten la característica de no tener hijos. En cuanto a la situación personal, el 67,9% trabaja por cuenta ajena, el 9,4% son emprendedores, el 5,7% trabajadores autónomos, el 3,8% funcionarios públicos y el 13,3% tiene otras ocupaciones.
Para mantener la conexión y el sentido de pertenencia, la compañía lanzó una aplicación para miembros que ha sido un éxito, con el 92% de los inquilinos participando activamente. Además, gracias a diferentes iniciativas como la formación de clubs con un miembro líder y sesiones de co-creación para comprender las necesidades y gustos de los residentes, han logrado ofrecer experiencias personalizadas para cada edificio.
Los colivers son los creadores y dueños de su propia experiencia, lo que lo convierte en un modelo de negocio más fácilmente escalable: «creemos que el crecimiento va más allá de la expansión del negocio, es un aprendizaje constante y la mejora de nuestras prácticas. Nuestra dedicación a la co-creación, retroalimentación regular y la adaptabilidad a las necesidades de nuestrosinquilinos nos permite evolucionar y mejorar continuamente», explica Ana Martínez de Lizarrondo, Head Operations at Urban Campus.
La operadora colabora desde 2023 con nuevas ONGs, como Fundación Ocean Born o Cruz Roja y negocios locales como Prana Yoga y Saboriz, contribuyendo al desarrollo de barrios sostenibles y vibrantes, al mismo tiempo que estas asociaciones refuerzan el compromiso con la comunidad y el bienestar social.
Urban Campus va más allá de ser un lugar para vivir; es un espacio donde los inquilinos pueden conectar, desarrollar un sentido de pertenencia y disfrutar de una experiencia enriquecedora y satisfactoria. La combinación de conveniencia y compromiso social ha demostrado tener un impacto positivo en la reducción de niveles de estrés y en la mejora del bienestar físico y mental de sus residentes.
La compañía cuenta con grandes resultados también en cuanto a periodos de permanencia de sus inquilinos con una media de 1 año y su estancia más larga supera ya los 4 años. «Los inquilinos que se quedan en nuestros colivings a largo plazo suelen sentirse más cómodos y familiarizados con su entorno, lo que los lleva a asumir roles activos en la comunidad, por eso potenciamos los alquileres de media y larga estancia», detalla Martínez.
Urban Campus está comprometida con un aprendizaje y crecimiento permanentes, y asegura que continuará estudiando las tendencias de la industria, solicitando feedback y ajustando sus prácticas para mejorar la experiencia de su comunidad.