La Socimi Testa Residencial, adquirida por Blackstone a sus anteriores dueños (Merlin, Santander y BBVA), ha celebrado este lunes su junta general de accionistas en la que se ha aprobado las cuentas anuales individuales y consolidadas correspondientes al ejercicio 2019, según informa BME.
Asimismo, la compañía de alquiler de viviendas ha aprobado la aplicación del resultado negativo de 29,3 millones de euros del ejercicio pasado a resultados negativos de ejercicios anteriores, que ha sido propuesta por el consejo de administración.
La aplicación del resultado negativo se produce después de que Testa finalizase el ejercicio 2019 con unas ganancias netas de 106 millones, casi el doble que el año anterior, cuando logró un beneficio de 60,1 millones. En 2019, la Socimi obtuvo unos ingresos de 86,4 millones de euros frente a los 80 millones logrados un año antes. El beneficio de explotación fue de 170,1 millones, un 50% más que en 2018, mientras que las ganancias netas ascendieron a 106,7 millones de euros.
A 31 de diciembre, la cartera inmobiliaria de Testa está valorada en casi 3.000 millones de euros.
Los accionistas de Testa también han aprobado la gestión social y de la actuación del consejo de administración durante el ejercicio 2019.
Además de Testa, Blackstone es titular de otras tantas sociedades inmobiliarias en España. Entre ellas, Fidere, también especializada en viviendas en alquiler y que cerró 2019 con un beneficio de 40,5 millones y unos ingresos de unos 36 millones, así como Aliseda, que gestiona la cartera inmobiliaria procedente del extinto Banco Popular.
