Servihabitat cerró durante el pasado año operaciones inmobiliarias por valor de más de 2.100 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 5% respecto a las cifras del ejercicio 2021, según ha informado el asset manager.
Por tipología de activos, el residencial se comportó una vez más como un mercado sólido, manteniendo el buen tono de los últimos dos años. En términos generales, el interés de la demanda por esta tipología de activos se mostró pujante, una tendencia que en el caso de Servihabitat se tradujo en un incremento del 6,9% en el valor de las ventas.
El CEO de Servihabitat, Iheb Nafaa, ha afirmado que son datos «muy satisfactorios» y ha puntualizado que «no solo reflejan la tracción del real estate tanto en el número de compraventas como en inversión, sino que también constatan que nuestro modelo de gestión se ajusta a las necesidades del mercado y de nuestros clientes, dando una respuesta eficaz».
«Nuestra operativa se apoya, por un lado, en una gestión territorializada que permite ofrecer servicios en cada área de acción con un elevado conocimiento local por cada tipología de activo y, por el otro, en una alta capacidad comercializadora que actúa bajo destacados parámetros de eficiencia gracias a una gestión industrializada», ha añadido.
El mercado terciario también presentó una actividad relevante en el último año, continuando la senda de la recuperación que empezó en 2021. Siguiendo esta tendencia al alza, las transacciones de locales, oficinas y naves realizadas por Servihabitat registraron un aumento en su volumen de negocio de un 5% anual. «Hemos implementado un modelo que nos permite llevar una gestión detallada activo por activo, con una visión 360º del producto, lo que nos permite identificar y atraer la demanda sobre los activos no residenciales, con menor liquidez comercial», ha subrayado el directivo.
Optimismo de cara a este año
Pese a la incertidumbre macroeconómica y el encarecimiento de la financiación, Servihabitat estima que el sector será capaz de mantener el buen ritmo que está mostrando en el actual ciclo inmobiliario.
Contra los pronósticos iniciales, el asset manager no espera una corrección en los precios por el existente equilibrio entre la oferta y la demanda, ni contempla una ralentización notable en el ritmo de operaciones de compraventa de viviendas para 2023, tal como se está demostrando en los primeros compases del ejercicio, que ha empezado con una sólida demanda.