La demanda de vivienda es un cambio constante. Las personas que van y vienen en este segmento a menudo están buscando una casa más grande, en propiedad o en alquiler. El panorama es un retrato que fusiona dos realidades: cómo la población se ha afincado tradicionalmente alrededor de grandes ciudades y capitales de provincia y cómo tendemos a trasladarnos hacia otras zonas cuando el contexto lo aconseja. Así reflotan las ubicaciones costeras, zonas rurales y el extrarradio de las grandes urbes en el mercado inmobiliario.
En la búsqueda de vivienda, ¿de dónde venimos y hacia dónde vamos?
A partir de 4.600 encuestas a demandantes de viviendas en el último año, los últimos datos de Fotocasa Research proporcionan información sobre la ubicación de sus pretensiones inmobiliarias. El 30% de las personas encuestadas buscó una casa en una capital de provincia; otro 24%, en grandes centros urbanos y el 22% restante, en una zona rural. El punto de partida, por tanto, lo protagonizan las ciudades -no importa de qué tamaño-, donde la demanda de vivienda sigue siendo alta, superando al resto de segmentos.
Aunque la idea de «éxodo urbano» aún queda lejos de la realidad, el interés en zonas rurales, costeras o periféricas sí ha aumentado en el último año. En esta línea, lo significativo es comparar estos porcentajes con los que proporciona la ubicación de la residencia anterior a la búsqueda de nueva vivienda. El 30% residía -o reside, si aún no ha completado su búsqueda- en capital de provincia; el 25%, en el centro de una ciudad; el 18%, en una zona rural y un 16%, cerca de la costa, con idéntico porcentaje en el extrarradio de grandes ciudades.
Al combinar la ubicación de esta residencia previa con la nueva zona donde vivir, encontramos que hay más interés del esperable por inmuebles en zonas rurales (4 puntos porcentuales de diferencia), cerca de la costa (4 p.p. más) y el extrarradio de una gran urbe (aumenta 3 p.p.).
Según María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa, «las preferencias y necesidades habitacionales de los ciudadanos se han modificado, generando una gran demanda por mejorar su condición de vida a través de la compra de vivienda. Conjuntamente, se requieren segundas residencias, nuevas tipologías, y características en el hogar como la luz natural y los espacios amplios con salida al exterior. Estos requisitos se han vuelto lo más cotizado del mercado».
Por ello, la profesional opina que «no es de extrañar, que las nuevas exigencias de zonas ajardinadas y de más contacto con la naturaleza estén relacionadas con la búsqueda de tranquilidad y bienestar. La mejora de calidad de vida es un reclamo de la mayoría de la sociedad y estos aspectos son más fáciles de encontrar en la periferia que en el centro de una gran urbe. Por lo tanto, la demanda continúa dirigiéndose hacia la playa y zonas de costa, propiciando un éxodo rural donde encontrar una segunda vivienda o instalar su residencia habitual».
¿Varía la zona según el interés sea de compra o de alquiler?
No toda la demanda es igual, según Fotocasa. Si se separa a las personas que el último año han comprado -o lo han intentado- de las personas que han alquilado -o también lo han intentado- como inquilinos, los perfiles son muy diferentes.
Quien alquila, prefiere el núcleo urbano; quien compra, se aleja de él. Entre los inquilinos las zonas más destacadas -hasta 10 p.p. de diferencia- son las capitales de provincia (35%) y los grandes centros urbanos (28%). En el caso de los compradores, se alzan las zonas rurales (24%), las costeras (22%) y la periferia de grandes urbes (20%).
En los centros urbanos y las capitales de provincia hay unas bases -administrativas, educativas, empresariales, etc.- que actúan siempre como polos de atracción de estos potenciales inquilinos. Casi dos de cada tres demandantes de alquiler buscan en estas ciudades, cuyos precios de arrendamiento son significativamente más altos. En el caso contrario, el alquiler pierde protagonismo en zonas más alejadas del núcleo y la demanda de vivienda en propiedad gana posiciones.
¿A qué se debe esto? La decisión se nutre de muchas variables personales que se entrecruzan y muchas veces conducen a una mudanza de las ciudades hacia otros lugares.