
Más Madrid, PSOE, Vox y Grupo Mixto han tumbado en comisión extraordinaria el dictamen elevado por el área de Desarrollo Urbano para tratar de aprobar la modificación de las normas urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en Madrid, un no obtenido después de que la oposición al completo haya visto que esa pretendida actualización deja «cojas» cuestiones relativas a la implantación de las viviendas turísticas, las cocinas industriales o los locales de apuestas.
En la comisión extraordinaria y urgente de Desarrollo Urbano y Obras -la primera que vuelve a ser completamente presencial-, el delegado de Urbanismo, Mariano Fuentes, ha tratado de conseguir la aprobación del dictamen, paso previo a la elevación al Pleno, de un expediente cuyo informe económico «afectará a 215 millones de euros anualmente en el PIB de la ciudad y generará al año 4.125 nuevos empleos».
«Es el expediente más importante de todo el mandato por el impacto que tendrá en la ciudad la actualización de unas normas urbanísticas de 1997, que han quedado desactualizadas y que no dan respuesta a los problemas que han ido surgiendo en estos 25 años», ha justificado Fuentes y recoge Europa Press.
Con esta actualización, el equipo de Gobierno busca «generar un compendio de 137 acuerdos de seguimiento del Plan General, que aclara conceptos» y elimina «piedras en el zapato» para el desarrollo de la ciudad, en alusión a los planes especiales de control ambiental, sin que esto suponga eliminar los informes sectoriales durante el proceso de la licencia.
«Acortamos plazos y eliminamos una media de quince meses de tramitación administrativa», ha defendido Fuentes, que también ha indicado que esta actualización de normas urbanísticas aclara conceptos como el de patio de manzana y «mejora las intervenciones del Ayuntamiento para proveer de equipamientos sin necesidad de un Plan Especial en suelos dotacionales y básicos, acelerando la implantación de nuevos equipamientos».
El titular de Desarrollo Urbano ha puesto el acento en una novedad, «el factor verde», con incentivos para los vecinos que quieran invertir en la sostenibilidad de la ciudad con, por ejemplo, fachadas verdes. También se introduce el concepto de cohousing ante las nuevas formas de habitar en la ciudad.
En cuanto a las cocinas industriales, la actualización de las normas urbanísticas plantea que se puedan implantar en la capital en locales de uso industrial con un máximo de 350 metros cuadrados, con la obligación de que tengan en el interior del establecimiento las zonas de espera, carga y descarga y estancia de los transportistas. Además se limitan a ocho las posibles cocinas agrupadas.
Las viviendas de uso turístico quedan sujetas en el texto al Plan Especial de Hospedaje, actualmente en vigor y avalado por los tribunales, que exige acceso independiente. La actualización presentada
Izquierda y Vox tumban actualización de normas urbanísticas al verla «coja» con pisos turísticos y cocinas industriales en comisión, por otro lado, permite la hibridación de usos para recuperar zonas de la ciudad que en la actualidad están obsoletas. Además las terrazas y los cuartos de instalaciones en plantas de piso no computan a efectos de edificabilidad.
El portavoz del Grupo Mixto, José Manuel Calvo, ha hecho un repaso por cuestiones que no les convencen, como que la flexibilización de usos, con la que están de acuerdo, no sea más que «una excusa para dar carta blanca al todo vale«.
También ha demandado que se aplique el plan de hospedaje de las viviendas de uso turístico y medidas reales con las cocinas industriales porque «se pueden seguir implantando, aunque en menor medida, y sin compatibilizarlas con el uso residencial».
El portavoz de Desarrollo Urbano en Vox, Pedro Fernández, ha explicado su ‘no’ al dictamen aludiendo a «razones de fondo y de forma». Centra sus dudas en la hibridación de usos o en que la eliminación de los planes especiales pueda «generar menos garantías de supervisión».