El desequilibrio entre la oferta y la demanda en el sector residencial en las grandes ciudades está causando que los precios de la vivienda crezcan a diferentes velocidades que los ingresos medios de las familias.
Esta brecha está provocando que muchos jóvenes estén alquilando viviendas durante un periodo de tiempo más largo que las generaciones precedentes y que tengan mayor dificultad para acceder a una vivienda en propiedad.
Según Colliers, en Europa se destinaron un total de 60.700 millones de euros a la inversión residencial en 2020, lo que supone un incremento del 18% en comparación con la media de los últimos cinco años. Además, se prevé que en el próximo lustro un 30% de la inversión en el sector inmobiliario se destine al mercado residencial.
El director de Capital Markets de la consultora, Richard Divall, explica por qué ha aumentado el interés del residencial: «Cada vez más fondos de pensiones, aseguradoras y capital privado están aumentando sus asignaciones a este sector, considerándolo como una oportunidad atractiva a largo plazo».
Asimismo, cree que el residencial se está viendo como una inversión defensiva en las crisis, comparando con «las perspectivas inciertas para muchas otras clases de activos».
París, la ciudad europea más cara
París, Londres, Ámsterdam, Múnich y Manchester son las cinco ciudades menos asequibles para los propietarios o inquilinos, en términos de costes por metro cuadrado en relación con los niveles de medios de ingresos, según la consultora.
Mientras que en ciudades secundarias como Dusseldorf, Colonia o Marsella los compradores pueden casi duplicar el número de m2 de sus viviendas invirtiendo la misma cantidad que si la adquiriesen en las grandes capitales. Esto refuerza el atractivo de estas ciudades para los inversores en el mercado de alquiler privado, ya que la edad media de los compradores de primera vivienda se amplía en Europa hasta los 34 años, por primera vez en la historia.
España, el país más afectado por la pandemia
Entre todos los países europeos, España ha sido el más afectado por la crisis del Covid-19. No obstante, Colliers destaca que la recuperación del mercado español será rápida y fuerte, lo que se traducirá en un aumento del valor de los activos y de su rentabilidad.
Además, el incremento potencial de la demanda -especialmente de los productos residenciales en alquiler-, también será significativo, puesto que la edad media de los compradores de una primera vivienda España es de 41 años, muy superior a la media europea.
