Ebro Foods llevará a cabo un plan de desinversión inmobiliaria. Tras celebrar la Junta General Ordinaria de Accionistas, Antonio Hernández Callejas, presidente de la empresa de alimentación, ha anunciado que la intención de este nuevo plan es obtener unos ingresos de 40 millones de euros este año, mediante la venta de inmuebles en distintas ubicaciones.
Según ha avanzado Hernández Callejas, el proceso ya está en marcha: actualmente, hay operaciones adelantadas tanto Estados Unidos como en España para cerrar la venta de ciertas plantas y terrenos. También en Francia, la firma ha comenzado algunas operaciones similares.
Por otra parte, Hernández Callejas ha comentado que la empresa plantea la posibilidad de adquirir dos compañías de pequeño tamaño, una compañía de pasta y otra de arroz, fuera del territorio español. En lo que resta de año, la compañía no prevé vender ninguna de sus marcas actuales, según ha comunicado el presidente de Ebro Foods.
Frente a las subidas de precios, Hernández Callejas ha afirmado que la mayor parte de estas ya se implementaron el pasado año. Para este 2023, podrían producirse solo ajustes de precios al alza en algunas referencias, según lo previsto, hasta el año que viene. Debido a que los costes energéticos están bajando, la compañía ha sido prudente frente al resto de productos en cuanto a la política de precios, ha señalado el presidente.
Hernández Callejas se ha mostrado optimista frente al impacto de la inflación en las cuentas de la compañía, destacando que los resultados de este primer trimestre han mejorado los resultados obtenidos en los primeros meses de 2022. En este último ejercicio, Ebro Foods obtuvo un beneficio neto de 122 millones de euros y facturó 2.967 millones, con un incremento del 22,3% respecto al ejercicio anterior.
Por último, si bien la sequía actual ha impactado considerablemente en el negocio de la compañía en España, fundamentalmente en Andalucía y Extremadura, Hernández Callejas ha matizado que el mercado español supone solo el 6,3% del ebitda. En términos generales, la situación es mucho mejor en otras regiones, tanto en Europa como en América, lo que ha derivado en una bajada en los costes de materias primas.
