En España, el verano no solo marca el inicio de las vacaciones, sino también el período en el que muchos estudiantes, tanto nacionales como internacionales, buscan una vivienda para el próximo año académico. La creciente demanda de alojamiento se ha convertido en un desafío significativo, intensificado por la llegada de miles de estudiantes extranjeros que se inscriben en universidades españolas cada año.
Según datos proporcionados por Live4live de los informes ministeriales del Sistema Universitario Español, más de 135.000 estudiantes internacionales llegan a España anualmente. Esta cifra, que ha experimentado un incremento constante desde el fin de la pandemia, abarca tanto a aquellos que se inscriben en programas de movilidad como a los que ingresan de manera ordinaria.
Alberto Añaños, ceo de Live4live, señala que los estudiantes internacionales tienen dos principales opciones para su alojamiento: alquilar una habitación en un piso compartido o residir en una residencia estudiantil. De acuerdo con las estadísticas, aproximadamente el 60% de estos estudiantes se matriculan de manera ordinaria, mientras que el 40% restante accede a las universidades a través de programas de movilidad, que suelen facilitar el alojamiento en residencias.
La demanda de vivienda se concentra especialmente en regiones con mercados inmobiliarios ya tensionados, como Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Live4live reporta que el precio medio de una habitación en España es de 350 euros mensuales. Sin embargo, este costo varía significativamente entre diferentes ciudades: en Madrid, el alquiler medio alcanza los 500 euros, mientras que en Granada y Alicante, el precio promedio es de 275 euros. En Sevilla y Valencia, los costos son de 330 y 360 euros, respectivamente.
En términos de distribución geográfica, la Comunidad de Madrid acoge a cerca de 31.500 estudiantes internacionales, seguida por Cataluña con más de 28.000, Andalucía con 20.000 y la Comunidad Valenciana con más de 18.000 estudiantes.
Entre las nacionalidades predominantes, los franceses e italianos lideran con más de 17.000 y 15.000 estudiantes respectivamente, seguidos por los alemanes, que suman más de 8.000. También destaca la llegada de más de 7.000 estudiantes estadounidenses y colombianos, con Ecuador y México contribuyendo con casi 6.000 estudiantes cada uno.
Añaños destaca las diferencias en la gestión del alojamiento para estudiantes según el país de origen. Los estudiantes provenientes de Estados Unidos suelen beneficiarse de programas de movilidad bien organizados, lo que facilita el acceso a residencias. En contraste, en países latinoamericanos y en Francia, donde el sistema es menos estructurado, los estudiantes a menudo deben buscar alquileres privados.
En el caso de Italia, aunque muchos estudiantes llegan con programas de movilidad, el programa Erasmus no siempre está vinculado a residencias estudiantiles, lo que lleva a muchos a optar por pisos compartidos.
Con el inicio del curso universitario a solo un mes de distancia, tanto estudiantes españoles como internacionales están en la búsqueda activa de viviendas para el próximo año académico, evidenciando la creciente presión sobre el mercado inmobiliario en las principales ciudades españolas.