El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido bajar los tipos de interés en 25 puntos básicos, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación se quedará en el 4,25%, la tasa de depósito caerá al 3,75% y la de facilidad de préstamo, al 4,5%.
Así, el BCE recorta los tipos tras dejarlos intactos durante cuatro reuniones seguidas. El banco central pisó el freno en su cita del pasado octubre después de acometer 10 subidas consecutivas del precio del dinero que lo llevaron a su nivel más elevado en más de dos décadas.
«Sobre la base de una evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, es apropiado moderar ahora el grado de restricción de la política monetaria tras nueve meses en los que los tipos de interés se han mantenido sin variación», ha apuntado el BCE.
El BCE ha señalado que su política monetaria ha mantenido hasta ahora unas condiciones de financiación restrictivas que han frenado la demanda y anclado «firmemente» las expectativas de inflación, lo que ha contribuido a que esta retroceda de forma «importante».
Sin embargo, las presiones inflacionistas internas continuarán siendo «intensas» por el crecimiento de los salarios, por lo que se considera «probable» que la inflación siga por encima del objetivo del 2% hasta bien avanzado 2025.
A tal efecto, el Consejo de Gobierno mantendrá los tipos «en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario», al tiempo que se continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos reunión a reunión.
En particular, el BCE estará atento a las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los datos económicos y financieros entrantes, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos.