La empresa alemana Aquila Capital no quiere perder el tren de la sostenibilidad y ha lanzado en España su negocio de Eficiencia Energética con tres acuerdos con diferentes empresas de autoconsumo fotovoltaico que comprenden la instalación de un total de 27 megavatios (MW). La apuesta viene con una inversión de 25 millones de euros.
En concreto, estos primeros proyectos incluyen la firma de un acuerdo con la compañía Solarnub para la inversión en una cartera de 11 proyectos solares en autoconsumo, los cuales suman una capacidad total de 13 MW. Además, se ha acordado la inversión en una cartera de cinco proyectos solares también en autoconsumo con una capacidad total de seis MW.
Asimismo, ha firmado dos acuerdos marco para una cartera de proyectos solares en autoconsumo para granjas de animales para la inversión en una instalación fotovoltaica de autoconsumo remoto de siete MW.
Además del mercado español, Aquila Capital ya está presente en Italia, Alemania y Reino Unido, donde hasta el momento ha invertido 75 millones de euros en soluciones de eficiencia energética, contribuyendo a que tanto el sector privado como el sector público puedan alcanzar su transformación energética.
Asimismo, la compañía prevé ampliar en los próximos años su actividad en esta área a otros países del sur de Europa, aprovechando las nuevas posibilidades que se abre en el mercado energético a raíz de los problemas evidenciados con la guerra de Ucrania.
En concreto, la estrategia de eficiencia energética de Aquila Capital se centra en la firma de acuerdos marco con socios experimentados en proyectos de eficiencia energética diversos.
Estas alianzas permiten a la firma el acceso preferente a la cartera de estas compañías, que por su parte aseguran la capacidad de financiación de sus proyectos y, por tanto, su éxito comercial. Así, Aquila Capital identifica y financia proyectos de eficiencia energética, contribuyendo de esta forma a la transición energética.
En el mercado español Aquila Capital busca, principalmente, invertir en proyectos de eficiencia energética para empresas industriales y comerciales, entidades públicas o edificios residenciales en asociación con empresas de desarrollo especializadas, incluyendo empresas de servicios energéticos, empresas de instalación y proveedores de tecnología.
No en vano, los criterios ESG han pasado de ser un extra en cualquier activo inmobiliario a convertirse en una exigencia que imponen los inversores para destinar su dinero. Cada vez más, el carácter prime de una oferta, ya sea en la logística o en el residencial, también viene marcado por la sostenibilidad.