Los espacios exteriores públicos, como plazas, parques y jardines, deben ser accesibles para garantizar que todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, puedan disfrutar y utilizar estos lugares de manera segura y cómoda. Aunque en España existe una legislación firme en materia de accesibilidad, aún hay muchos espacios exteriores, tanto públicos como privados, que no cumplen con los criterios establecidos.
«Es necesario que las instituciones públicas de nuestro país trabajen en materia de igualdad en el acceso. Se debe mejorar la accesibilidad en la calle y en otras zonas exteriores para el uso y disfrute de todos sin excepción», señala Alberto Badás, marketing manager de Stannah España.
Los expertos de la compañía, un referente mundial en soluciones de movilidad, proponen cuatro soluciones prácticas para mejorar la accesibilidad de estos espacios:
Eliminación de desniveles
Idealmente, los espacios exteriores no deberían tener desniveles. Sin embargo, cuando estos son inevitables, es necesario implementar soluciones que mejoren la accesibilidad, como rampas y pasamanos en aquellas zonas donde las escaleras pueden ser un impedimento. Las rampas deben tener una inclinación adecuada y estar equipadas con pasamanos para facilitar el acceso a todas las personas.
Instalación de sillas salvaescaleras
Para los casos con desniveles muy pronunciados, la mejor alternativa son las sillas salvaescaleras, especialmente en aquellos lugares donde la inclinación sea mayor al 10%. Estas sillas, diseñadas para exteriores, son una solución segura que evita que las personas tengan que enfrentarse a escaleras o rampas que pueden estar resbaladizas, siendo además muy fáciles de utilizar. La instalación de sillas salvaescaleras permite un acceso más cómodo y seguro a todas las personas, independientemente de su nivel de movilidad.
Acondicionamiento del pavimento
En muchas ocasiones, las calles presentan una pendiente demasiado pronunciada. Como complemento a las plataformas salvaescaleras, se debe acondicionar el pavimento para garantizar el tránsito seguro y estable de los peatones, incluidos aquellos con movilidad reducida. Para ello, es recomendable optar por suelos antideslizantes y uniformes.
Estos suelos no solo mejoran la seguridad, sino que también facilitan el desplazamiento de personas en sillas de ruedas o con problemas de movilidad.
Creación de zonas de descanso
La creación de zonas de descanso permite a las personas detenerse y disfrutar del ambiente sin ningún tipo de preocupación. En parajes naturales, se deben adaptar las superficies para que sean firmes y estables, mejorando significativamente la accesibilidad en parques y áreas recreativas.
Estas zonas de descanso deben estar equipadas con bancos cómodos y accesibles, y ubicadas en lugares estratégicos para proporcionar un descanso adecuado a los usuarios.
Además de los espacios públicos, las terrazas o patios privados también pueden suponer una dificultad para personas con movilidad reducida. Para minimizar estas dificultades, existen diversas medidas que se pueden adoptar para mejorar su accesibilidad. Por ejemplo, para acabar con los desniveles en los accesos a patios privados, se puede optar por sillas salvaescaleras de exterior, que resisten las inclemencias del tiempo. Asimismo, es aconsejable utilizar suelos antideslizantes y uniformes.
«Adaptar la vivienda aumenta su valor de mercado, ya que solamente el 1% de las viviendas en España cumple con los criterios de accesibilidad universal», concluye Alberto Badás.