La socimi española JSS, vinculada al banco suizo J. Safra Sarasin, ha nombrado un nuevo consejo de administración para Árima Real Estate tras adquirir casi el 100% de sus acciones mediante una oferta pública de adquisición (opa) valorada en 224 millones de euros.
Según la información remitida por Árima a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el cierre de esta operación ha conllevado la dimisión de los nueve consejeros anteriores, incluido su consejero delegado, Luis Alfonso López de Herrera-Oria.
El nuevo consejo de administración estará compuesto por cinco miembros, liderados por José María Rodríguez-Ponga, quien asume la presidencia de Árima y ostenta el mismo cargo en JSS. A Rodríguez-Ponga se suman las consejeras dominicales Belén Ríos y María Virginia Villanueva Rosa, así como los consejeros independientes Santiago Aguirre Gil de Biedma y José Carlos Velasco Sánchez.
Además, se ha designado a Enrique Nieto Brackelmanns secretario no consejero, en sustitución de Iván Azinovic Gamo. Los nombramientos por cooptación de estos nuevos consejeros deberán ser ratificados en la próxima junta general de accionistas.
La operación, anunciada a principios de noviembre, recibió la aceptación del 99,3% de los accionistas de Árima, superando ampliamente el mínimo del 50% del capital social que garantizaba el éxito de la oferta. Con este resultado, JSS Real Estate consolida su posición como principal accionista de Árima, en un movimiento estratégico que podría redefinir el rumbo de ambas compañías.
JSS Real Estate, que cotiza en BME Growth desde 2020, posee una cartera valorada en 225 millones de euros, distribuida entre tres activos clave en Madrid: la sede de FCC en Las Tablas, valorada en 115 millones de euros; los estudios de Movistar Plus en Tres Cantos, tasados en 84,5 millones; y un inmueble en la calle Ríos Rosas, 24, (Madrid) con un valor de 25,5 millones de euros.
En términos financieros, JSS cerró 2023 con unos ingresos de 12 millones de euros, un resultado de explotación de 9,1 millones y un beneficio neto de 4,4 millones, lo que representa un crecimiento del 33% respecto al ejercicio anterior.
Por su parte, Árima Real Estate contaba al cierre de 2023 con una cartera de activos valorada en 359 millones de euros. Los ingresos por alquileres ascendieron a 8,6 millones de euros, aunque registró pérdidas contables de 31,7 millones, debido a un ebitda positivo pero limitado, de apenas 339.000 euros.
