El alza de precios, la especulación y la incertidumbre son factores que, últimamente, permean el sector inmobiliario. De ahí que surjan nuevas formas de inversión que busquen generar rentabilidades seguras y estables. Una de estas alternativas es el Flipping Building, una forma de inversión en real estate que recupera edificios abandonados tras la crisis inmobiliaria de 2008. En entrevista con Brainsre, Tony Sotelo, creador de Carmon Inversores y del concepto Flipping Building, explica los beneficios de este tipo de inversión para las ciudades en las que impacta, para los inquilinos que buscan oportunidades y para los propios inversores de cada proyecto.
«El Flipping Building se ha establecido como una estrategia de inversión atractiva en España, ofreciendo la posibilidad de obtener rentabilidades significativas en un corto plazo a través de la renovación y posterior venta o alquiler de propiedades. Nuestro modelo de negocio se basa en la creación de valor y la colaboración comunitaria», señala Sotelo. No obstante, advierte que se enfrentan a desafíos como la regulación inmobiliaria, los costos de renovación y la lentitud de los procesos burocráticos.
Sin embargo, este modelo se afianza con fuerza en el mercado español. De hecho, en el transcurso del presente año fiscal, la comunidad de inversores de la compañía ha alcanzado una rentabilidad neta promedio del 68% en los proyectos de inversión, con una inyección de capital de 3,5 millones de euros. «Estos números no solo son indicativos de la robustez de nuestra estrategia de inversión, sino que también son un reflejo del compromiso y la confianza que nuestros inversores depositan en nosotros. La clave de nuestro éxito radica en la colaboración y la inteligencia colectiva de nuestra comunidad, que nos permite abordar proyectos de gran calibre y generar valor sustancial para todos los participantes», destaca el profesional.
Incluso, algunos de los proyectos han logrado y superado una rentabilidad del 73%, esto como consecuencia de una estrategia de inversión que se centra en la adquisición de activos inmobiliarios con un alto potencial de valorización. «Nos especializamos en propiedades en etapas tempranas de desarrollo o en estado de abandono, lo que nos permite adquirirlas a precios ventajosos y, tras una cuidadosa renovación, venderlas con un margen significativo», puntualiza Sotelo.
Y es que el crecimiento de Carmon Inversores ha sido significativo, el proyecto que mejor ilustra esta trayectoria es la adquisición de una urbanización completa de 25 chalets en la región de Toledo. «Este emprendimiento no solo prevé un aumento en el valor de compra de un 250%, sino que también promete una rentabilidad del 45% para la empresa y un 25% neto para los inversores. Este tipo de proyectos, que implican una significativa rehabilitación, son un claro ejemplo de nuestra capacidad para identificar y capitalizar oportunidades únicas en el mercado inmobiliario», subraya el CEO de la compañía.
Actualmente, Carmon Inversores se encuentra enfocado en zonas con un alto potencial de crecimiento, especialmente en áreas periféricas o cercanas a ciudades de tamaño mediano, con proyectos en desarrollo en Talavera de la Reina, Toledo, Guadalajara; y estudios en marcha en Tarragona y Alicante. «Estamos comprometidos con la revitalización de estas áreas, generando no solo retorno económico sino también valor social».
Asimismo la compañía está planificando una serie de «proyectos innovadores», incluyendo la adquisición y renovación de propiedades en diversas localidades de España. «Un ejemplo destacado es un edificio de 120 viviendas, para el cual nuestras proyecciones de rentabilidad son excepcionalmente positivas», puntualiza Sotelo, destacando, además, que el objetivo de Carmon Inversores a largo plazo es fortalecer su presencia en el mercado y seguir ofreciendo oportunidades de inversión «que no solo sean rentables, sino que también contribuyan al desarrollo y mejora de las comunidades en las que operamos».
