Las oficinas se reinventan con la llegada de la Generación Z. Nacidos entre 1995 y 2012, los centennials han sido testigo de un mundo completamente nuevo, marcado por la diversidad y las nuevas tecnologías. Pero hay algo que, aunque sorprenda, no ha cambiado tanto; los jóvenes de hoy valoran las oficinas. En este contexto, surge la gran duda: ¿los espacios de trabajo actuales están a la altura de cubrir las necesidades de esta nueva generación?
En primer lugar, es necesario empatizar con la percepción que tienen estos jóvenes del mundo laboral y comprender los factores que influyen en sus decisiones. La tecnología ha sido una parte integral de sus vidas desde una edad temprana, lo que significa que su relación con la tecnología es diferente a la de las generaciones anteriores. La conexión constante, la agilidad digital y la capacidad de adaptarse a las nuevas herramientas son aspectos que caracterizan a esta generación de jóvenes trabajadores y que a la vez son muy demandadas por las empresas.
Por otro lado, los valores sociales también desempeñan un papel crucial en sus elecciones profesionales. La diversidad, la inclusión y la sostenibilidad son aspectos que, según ellos, deberían aplicarse en los lugares de trabajo. La Generación Z prefiere formar parte de una empresa con prácticas sostenibles y responsables con el medio ambiente.
Además, la búsqueda de flexibilidad en el día a día es una característica distintiva de esta generación. La rigidez en los horarios y la falta de opciones para trabajar de forma remota pueden ser motivos suficientes para declinar una oferta. Los jóvenes profesionales de la Generación Z valoran la libertad para gestionar su tiempo de manera eficiente y saben aprovechar las ventajas de la tecnología para trabajar de forma más flexible. ¿Y cómo se refleja esto en las oficinas? Para ellos, los espacios de trabajo son más que lugares para realizar tareas; deben potenciar el sentido de pertenencia y el intercambio de ideas. Por lo tanto, las oficinas convencionales no atraen a este tipo de talento.
Es aquí donde toman protagonismo los espacios de trabajo flexibles, ya que desempeñan un papel crucial al ser el reflejo de la mentalidad característica de esta generación. Estas oficinas flexibles no solo se presentan como un lugar que facilita la ejecución de tareas, sino que también destacan por dar un papel protagónico a la libertad y adaptabilidad en el entorno laboral. Esta flexibilidad se convierte en un motor dinamizador que fomenta la colaboración y estimula la creatividad de los centennials.
Los resultados de la Encuesta Global de Gen Z y Millennials 2022 de Deloitte respaldan esta preferencia por la flexibilidad. Según el informe, un 75% de la Generación Z y un 76% de los millennials expresaron su deseo de adoptar un modelo híbrido de trabajo. Este dato destaca la relevancia del sector flex y la necesidad de adoptar modelos que se ajusten a la capacidad de elección. En este sentido, queda claro que no se trata de un añadido, sino de una necesidad casi obligatoria para las empresas que aspiran a retener y atraer el talento más destacado de esta generación emergente.
En definitiva, la Generación Z demanda una transformación en la percepción y las expectativas laborales. Es crucial que los espacios de trabajo no solo concilien las preferencias por un modelo híbrido de trabajo, sino que además promuevan valores como la inclusión y la sostenibilidad. Trabajar en espacios flexibles no solo es un incentivo para cualquier generación, sino que también las conecta. Estos espacios no solo brindan un entorno laboral flexible, sino que además ofrecen actividades destinadas a fortalecer la comunidad y generar sinergias. Este enfoque crea un ambiente ideal para fomentar la colaboración, la interacción y el intercambio de ideas entre profesionales de diferentes generaciones.
Artículo de opinión escrito por Marta Gómez, Content Creator en Lexington
