
Operación en el real estate madrileño. Un inversor especializado en el sector sociosanitario ha adquirido la residencia para mayores Sanitas Mirasierra, propiedad de un family office nacional. La operación, valorada en 24 millones de euros y asesorada por Colliers, se convierte en la transacción de mayor volumen en residencias de mayores en España en lo que va de año.
El centro, operado por Sanitas Mayores desde su apertura en 2007, es un activo core de alto valor que continuará bajo su misma gestión. Ubicado en el número 40 de la Calle Nuria, en el barrio de Mirasierra, en Madrid, el proyecto cuenta con una superficie construida de 8.629 metros cuadrados y tiene capacidad para 127 camas distribuidas en 41 habitaciones individuales y 43 dobles. Actualmente, la residencia mantiene una ocupación cercana al 95%.
Desde el punto de vista asistencial, el centro destaca por ofrecer un servicio integral que incluye atención médica y de enfermería 24 horas, fisioterapia, unidad de estimulación cognitiva, programas de envejecimiento activo, terapia ocupacional y seguimiento nutricional. Además, dispone de completas zonas comunes como gimnasio, salón de actos, biblioteca, jardín y espacios exteriores adaptados, lo que la posiciona como un centro de referencia para mayores con distintos niveles de dependencia.
«Según nuestros datos, analizados para España estos últimos tres años, las transacciones de residencias de mayores en explotación se habían situado hasta ahora en un máximo de 120.000 euros por cama. Esta operación supera en más de un 50% este máximo, lo que refleja el atractivo de operaciones como la de Sanitas Mirasierra, tanto por volumen como por rentabilidad esperada», explica Laura Díaz, directora de Healthcare en Colliers.
El déficit estructural de plazas sigue siendo uno de los principales motores de la demanda inversora. Según el Informe Healthcare 2024 elaborado por Colliers, España presenta un déficit superior a las 100.000 camas geriátricas, con un ratio actual de 4,02 camas por cada 100 habitantes mayores de 65 años. Si no se acelera el desarrollo de nuevas plazas, se estima que este déficit podría alcanzar las 134.000 camas en 2030.