El Consejo de Ministros de este martes ha aprobado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de Vivienda para la construcción industrializada, dotado de 1.300 millones de euros de inversión pública en 10 años. De esta cantidad, 1.000 millones se destinarán a financiación y 300 millones a capitalización.
Con este movimiento, que forma parte de las 12 medidas anunciadas por el presidente del Gobierno para mejorar la accesibilidad de la vivienda en España, el ejecutivo espera un efecto multiplicador de 2,4, es decir, que cada euro de inversión pública movilice 1,4 euros de inversión privada.
Durante la rueda de prensa, Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda y Agenda Urbana, ha insistido en que el Gobierno pondrá todos los recursos necesarios para consolidar la vivienda como el quinto pilar del Estado del bienestar.
El objetivo de este Perte, según ha recalcado la ministra, es incrementar la oferta de vivienda, reducir los costes, hacer el sector más sostenible y más eficiente, y garantizar la seguridad de los trabajadores en la construcción, mientras se acompaña a las pymes en un sector donde la mitad de las empresas no tienen ningún asalariado y el 30%, entre uno y dos asalariados.
La cantidad se pondrá a disposición de forma «inmediata» para que las empresas introduzcan la industrialización en sus procesos de construcción, ya que «no se trata de dar la financiación a lo largo de 10 años», explican desde el Ministerio de Vivienda.
Con este movimiento, Vivienda estima una producción de 15.000 viviendas industrializadas al año durante la próxima década, una cifra «prudente, pero ambiciosa».
Esta inversión para la construcción industrializada busca impulsar la vivienda asequible y aumentar la construcción de vivienda industrializada y la mano de obra, así que propulsar la vivienda asequible será condición para optar a la financiación.
Sin embargo, el beneficio que las compañías obtengan al mejorar sus procesos productivos no deberá destinarse exclusivamente a la construcción de este tipo de vivienda, ya que el Perte también persigue innovar el sector incorporando la industrialización, señalan fuentes ministeriales.
Una vez aprobado el Perte, el Gobierno se reunirá con el ICO para estudiar los requisitos para que las empresas puedan optar a esta inversión pública y, consecuentemente, establecer los convenios. Una vez establecidos, el ICO hará públicas las líneas de financiación.
Para coordinar este nuevo Perte, se conformará una Comisión Interministerial liderada por el Mivau en la que participarán más de 10 organismos, como el Ministerio de Economía, el de Industria, el de Trabajo, y el de Educación, entre otros.
A qué se destinarán los 1.300 millones del Perte
Los 1.000 millones en financiación de buscan aumentar la oferta de industrias que generen productos industrializados para la construcción, a través de líneas con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), como ICO verde o ICO emprendedores, o el Plan Reinicia + FAIIP, que financia propuestas de industrialización en zonas afectadas por la DANA. Además, esta parte del presupuesto busca incrementar la demanda de constructoras y promotoras que demanden estos productos industrializados, para que puedan actualizar sus procesos productivos.
Igualmente, se reorientarán desde el Ministerio de Industria otras fuentes de financiación, como el Fondo de Resiliencia Autonómico o los préstamos FAI, entre otros, para industrializar la construcción.
Por otra parte, los 300 millones destinados a la capitalización pretenden aumentar el «músculo financiero» de las empresas, tanto de las que generen oferta como de las que generen demanda, para que puedan afrontar procesos de industrialización suficientes que garanticen un impacto positivo del Perte.
Este modelo de capitalización ya ha mostrado resultados «positivos», aseguran desde Vivienda, en la línea ICO de 4.000 millones para que promotores incrementen el parque de vivienda a precios asequibles.
Según indican estas mismas fuentes, con este Perte se responde también a la necesidad de un modelo de préstamos en la construcción industrializada, ya que no puede utilizar el sistema de crédito hipotecario para obtener la financiación necesaria para alzar un inmueble, como sí ocurre en la construcción tradicional.
Esto se debe a que en la construcción de vivienda industrializada no se produce en el suelo hasta pasados unos meses, de forma que no se puede usar este suelo de «prenda» para lograr la financiación necesaria para construir.
Vivienda defiende que esta línea de ayuda pretende hacer más competitivo el sector de la construcción y asegurar su «supervivencia», impulsando un modelo de construcción que reduzca los tiempos de edificación, asegure el relevo generacional y la incorporación de la mujer a la construcción, frente a empresas del exterior que ya tienen en la construcción modelos de industrialización avanzados.
Por este motivo, desde el ministerio alejan la idea de que la reducción de los tiempos para construir -que estiman entre un 20% y un 60%- vaya a mermar la necesidad de mano de obra, y defienden que aumentará.
La empresa pública puntuará la industrialización en sus licitaciones
Durante las «próximas semanas», se producirá una licitación de 1.600 viviendas de la empresa pública y será la primera en incorporar en la puntualización para su adjudicación la industrialización, que tendrá una valoración de hasta un 10%, según ha anunciado la ministra del Mivau.
«Este será el modelo: incorporar, valorar la industrialización en las licitaciones públicas para acompañar al sector y garantizarles la demanda de este tipo de industria».
Valencia, lugar de intercambio de I+D+I
El Gobierno quiere impulsar una plataforma de colaboración entre los distintos actores del sector de la construcción para intercambiar información que permita trasladar a otras empresas formación sobre construcción industrializada.
Esta plataforma tendrá en Valencia un espacio físico en la nueva ciudad de la industrialización de la construcción, que se ubicará en la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Valencia, en suelo titularidad del Sepes.
Así, se busca crear un espacio formativo y de intercambio de I+D+I en el que surja innovación, desarrollo y formación entorno a la industrialización de la vivienda de la que las empresas puedan aprovecharse.
