En el sector inmobiliario, como en cualquier otro, las tendencias van cambiando y evolucionando con el paso del tiempo. Tanto es así que, a lo largo de las últimas décadas, el coliving ha ido cobrando protagonismo, convirtiéndose en una nueva modalidad de alquiler muy deseada tanto para inquilinos como para propietarios. Pese a que hace unos años esta moda solo era popular en países como Estados Unidos, Brasil o Australia, cada vez se ha ido expandiendo hacia otros lugares alrededor del mundo, llegando a las principales ciudades de España.
Más allá de los altos precios de los inmuebles en las grandes ciudades, son otros los motivos que han hecho que este fenómeno se popularice hasta tal punto. Por normal general, el perfil de clientes que optan por el coliving suelen desplazarse a una nueva ciudad, ya sea por motivos laborales o académicos, y quieren disfrutar de la experiencia de vivir fuera de casa a la vez que se integran en una pequeña comunidad dentro de la propia vivienda. Esta tipología de alojamiento grupal, durante los últimos años, ha pasado a ser una moda muy común y atractiva para personas que llegan a una nueva ciudad y no conocen a nadie.
Así pues, modalidades como las residencias de estudiantes que en su momento tuvieron mucho éxito, con el paso del tiempo, han quedado obsoletas. El coliving, más allá de ofrecer un alojamiento, garantiza una experiencia de vida ya que permite integrar gente de cualquier parte del mundo en un mismo espacio.
El ‘coliving’ y el ‘coliver’
Llegados a este punto, una gran parte de la población sigue sin saber qué es el coliving y en qué consiste. A grandes rasgos y según compañías con una larga trayectoria en el sector, como Inèdit Barcelona, se trata de un fenómeno habitacional en el que los inquilinos no solo comparten vivienda, sino que también un mismo espacio de trabajo, unas aficiones similares e incluso, en algunas ocasiones, profesiones afines.
Los inquilinos de esta tipología de alquiler, también conocidos como colivers, suelen tener características en común y, en la mayoría de las ocasiones, se rigen por un mismo perfil: se trata de personas jóvenes y creativas que se trasladan a una nueva ciudad para estudiar y ampliar sus conocimientos o bien para continuar con sus iniciativas emprendedoras. Su objetivo a la hora de compartir vivienda con otros inquilinos es crear una comunidad inspiradora y participativa en la que puedan crecer a nivel intelectual, profesional y personal.
Al coliver se le ofrece un servicio que garantiza un alojamiento totalmente equipado y de calidad, de manera que no tiene que preocuparse absolutamente de nada. Las ventajas de las que puede disfrutar son muchas: cambio de sábanas, de toallas, solución de cualquier problema en el alojamiento, asesoramiento, etc.). Sin embargo, la más importante es el acceso a una amplia comunidad de personas que han estado, o están, en la misma ciudad y han vivido una experiencia muy similar. Con todas ellas, el nuevo coliver puede preparar su llegada y empezar a disfrutar de la compañía y de la urbe tan pronto como aterriza.
En el sector del coliving, por tanto, no se pone un precio a una vivienda con unas características en concreto, sino que se pone un precio a una vivienda con una serie de valores añadidos como todos aquellos servicios extra que se ofrecen, el poder formar parte de una comunidad, el asesoramiento y seguimiento a lo largo de toda la estancia, etc.
Desde que el coliver hace la reserva hasta que se marcha a su casa cuando finaliza la estancia en la ciudad, el coliving manager es la persona de apoyo que vela por los inquilinos, preocupándose por lo que pueda pasar, si necesitan ayuda, información, recomendaciones, etc.
