Sube la inflación en España y, con ella, el número de anfitriones españoles que decide publicar su vivienda en la plataforma Airbnb para ganar un dinero extra. Según el último informe publicado por la empresa, la creciente inflación -además de otros factores- presenta una fuerte vinculación al aumento del número de nuevos anfitriones que se dan de alta en la web. Se debe, explica Airbnb, a que actualmente son muchas las familias que buscan aumentar sus ingresos para poder hacer frente al incremento de precios generalizado.
España, con una inflación interanual situada en el 10,2% el pasado mes de junio, registra un aumento del 70% en el número de altas de nuevos anfitriones durante el segundo trimestre de 2022, en comparación a los datos del ejercicio anterior.
Esta suma de nuevos anfitriones a las filas de Airbnb no solo está ocurriendo en España, sino que se trata de una tendencia global focalizada, especialmente, en los lugares donde más se han elevado los precios. De media, el aumento en un punto porcentual de la tasa de inflación de un país en concreto país se asoció con un incremento de casi cuatro puntos de nuevos anfitriones para el segundo trimestre de 2022 en ese mismo destino, según el análisis de Airbnb.
Los datos que presenta la compañía muestran la opinión de más de 4.000 anfitriones españoles que, por primera vez, señalan a la subida de la inflación como primera excusa para dar el paso y comenzar a hospedar en la plataforma. Así, un tercio de estos anfitriones afirma que reciben a huéspedes con el objetivo de hacer frete a sus gastos. Por otra lado, casi la mitad de los encuestados dicen que los ingresos adicionales que generan gracias a este tipo de alquiler les ayuda a llegar a fin de mes.
El anfitrión típico en España puede ganar cerca de 4.100 euros al alquilar su espacio en Airbnb, el equivalente a algo menos de dos meses extra de sueldo para el hogar medio en el país.
Se trata, en la gran mayoría de los casos, de particulares que optan por esta alternativa, ocho de cada diez afirma tener un solo anuncio publicado. Es decir, más que de grandes tenedores, estaríamos hablando de propietarios corrientes. En esta línea, casi ocho de cada diez confirman, también, que ser anfitrión no es su principal ocupación. De ese grupo, la mitad son autónomos y trabajan en campos como educación o sanidad.
«A medida que sigue subiendo el coste de la vida, no es ninguna sorpresa que cada vez más personas usen sus hogares -que suele ser su mayor gasto- para dar la bienvenida a huéspedes y conseguir ingresos adicionales. Airbnb nació durante la Gran Recesión, y hoy en día es un salvavidas económico para miles de familias españolas que buscan llegar a fin de mes», explica Mónica Casañas, directora general de Airbnb Marketing Services SL.
A mejor localización, mayor singularidad arquitectónica o decoración más cautivadora, más se gana. Un anfitrión típico de un alojamiento único en España ganó más de 5.000 euros en 2021, explica Airbnb. En España, un grupo cada vez mayor de huéspedes también recurre al hospedaje o a la compartición de su vivienda principal mientras viajan.
Más del 25% de los anfitriones en España confirma que ha alquilado su casa mientras estaba de vacaciones, según la reciente encuesta de Airbnb. Se trata de un camino, a menudo, bidireccional, según las conclusiones del informe. El verano pasado, uno de cada diez anfitriones fueron también huéspedes de la plataforma, ganando un total combinado de más de 60 millones entre el 1 de junio y el 31 de agosto de 2021, con el típico anfitrión-huésped ganando una media de casi 3.500 euros en periodo estival.