En entrevista con Brainsre, Laura Motilla y Mireya Reguart, socias fundadoras de Bauwood, profundizan sobre la descarbonización del sector a la que le apuesta la empresa a través de obra nueva industrializada con estructura de madera, y de la rehabilitación integral y energética de edificios existentes.
Desde su fundación hace tres años, Bauwood «ha demostrado un sólido desempeño», afirman las socias fundadoras. La empresa ha completado con éxito más de 100 proyectos, que abarcan rehabilitaciones y proyectos de obra nueva. Asimismo, ha generado beneficios desde el primer año, «lo cual es destacable para una empresa de nueva constitución», comentan las profesionales. Quienes agregan, además, que uno de los factores claves en la consecución de estos resultados positivos es la eficiencia en la gestión de gastos operativos.
«Esto se debe, en gran parte, a que Bauwood se ha nutrido directamente de la infraestructura de Ecoplaces, que ha sido no solo una colaboración efectiva, sino una relación esencial para nuestro crecimiento. Además, otro elemento que ha contribuido a estos notables logros es el hecho de que la mayoría de los costos de la empresa se destinan al personal. Gracias a la eficiencia de nuestros trabajadores, hemos logrado importantes avances con una inversión reducida», precisan Motilla y Reguart.
Puntualmente, las profesionales señalan que el enfoque de la empresa en la realización de rehabilitaciones y proyectos de obra nueva proporciona una estabilidad adicional. Esto debido a la gran cantidad de proyectos de rehabilitación en curso en el mercado, «lo que brinda una base sólida y una constante de ingresos. Estos ingresos se reinvierten en la mejora de nuestra infraestructura, lo que nos permite llevar a cabo aún más proyectos de obra nueva con éxito».
Apuesta por la descarbonización del sector
En concordancia con este rendimiento, actualmente la compañía se encuentra en pleno proceso de expansión, con el objetivo de duplicar sus ingresos en el transcurso de los próximos tres años. «Nuestro compromiso con el crecimiento sostenible ha culminado en un ambicioso plan de desarrollo, diseñado para garantizar la obtención de beneficios antes de 2027. Este plan de crecimiento abarca áreas estratégicas esenciales: digitalización, comunicación y atracción de talento excepcional», reseñan Motilla y Reguart.
Precisamente, un componente fundamental en estas previsiones es la digitalización de la empresa. Bauwood se encuentra en proceso de crear una infraestructura digital de automatización de proyectos técnicos, con un lanzamiento previsto para 2024. La compañía busca que esta innovación revolucione la eficiencia y calidad de sus proyectos, ofreciendo ventajas a los inversores.
De igual forma, y a mediano plazo, la empresa prevé un proyecto de desarrollo de un sistema automatizado de levantamiento de estructuras en Building Information Modeling (BIM). Esta visión combina tecnología de escaneo láser, fotometría con drones, y el poder del procesamiento de redes neuronales y la inteligencia artificial generativa. «Esta iniciativa nos permitirá construir de manera más rápida y precisa, ofreciendo ventajas tanto en términos de tiempo como de costos, asegurando un futuro brillante para nuestros inversores».
Y es que en pro de esta construcción sostenible y en búsqueda de la descarbonización del sector, la compañía ha llevado a cabo significativos proyectos desde el inicio de su trayectoria. En el ámbito de la rehabilitación, destaca la revitalización integral del barrio del aeropuerto. Este proyecto abarcó la renovación de 33 bloques y 547 viviendas que «luchaban contra la pobreza energética», señalan las profesionales. «Gracias a una ayuda europea, logramos transformar estas viviendas en hogares de tipo B con un confort térmico excepcional», añaden Motilla y Reguart.
En lo que respecta a obra nueva, sobresale la construcción de un edificio residencial de cuatro alturas. «Lo que hace que este proyecto sea verdaderamente asombroso es el hecho de que se ejecutó en un tiempo récord de solo cinco meses, a pesar de llevarse a cabo en plena pandemia del covid-19″.
Construcción industrializada y retorno de inversión
Uno de los factores que interviene, precisamente, en estos desarrollos es la construcción industrializada, que ofrece presupuestos cerrados en cuanto a coste y plazo. «Esto significa que nuestros clientes pueden tener la seguridad de que los costos acordados al principio se mantendrán constantes a lo largo del proyecto, y los plazos se cumplirán rigurosamente», afirman las profesionales.
En contraste, advierten que en la construcción tradicional los presupuestos suelen ser estimaciones que tienden a ser optimistas y, en última instancia, insuficientes. «Este enfoque puede dar lugar a costos imprevistos que exceden el presupuesto original, lo que puede impactar significativamente en la rentabilidad del proyecto. Esta falta de precisión puede resultar en retrasos y gastos adicionales, lo que dificulta la planificación y la gestión de proyectos».
Con este enfoque de construcción, además, se destaca la velocidad de ejecución, completando proyectos en seis meses. «Esto es la mitad del tiempo requerido por los métodos tradicionales, que demandan 12 meses para su finalización. Esta eficiencia se traduce en un retorno estimado de inversión que es notablemente superior», puntualizan Motilla y Reguart.
Agregan que «cuando inmovilizas tu capital durante 12 meses para un proyecto inmobiliario, es común esperar un retorno que oscile entre el 13% y el 14%. Sin embargo, lo que hace que nuestra propuesta sea aún más atractiva es la posibilidad de inmovilizar tu inversión en un período más corto. Si tienes la flexibilidad de hacerlo en seis meses, el retorno estimado se duplica, lo que significa que podrías beneficiarte de un retorno del 26% al 28% en un año».
Desafíos en el sector inmobiliario
No obstante, el camino hacia la construcción sostenible en España se enfrenta a una serie de desafíos significativos. A corto plazo, las profesionales subrayan que es importante aumentar la concienciación sobre los beneficios de este enfoque. «Debemos derribar los mitos arraigados y los prejuicios en torno a la construcción en madera, que, lejos de ser obsoleta, representa la modernidad en la industria de la construcción al combinar la industrialización y la sostenibilidad«.
Asimismo, señalan que uno de los desafíos más apremiantes es la necesidad de superar la «falsa creencia de que los edificios construidos con madera son más vulnerables al fuego», pues afirman que, en realidad, estas estructuras resisten más tiempo que las construidas con hormigón o acero. «Es importante destacar que los paneles de CLT (Cross Laminated Timber) están recubiertos con resinas ignífugas y retardantes, lo que garantiza su seguridad».
Enfatizan, adicionalmente, en que el mayor desafío actual radica en la reticencia de algunas promotoras en adoptar estos métodos. «El temor a lo nuevo puede obstaculizar el progreso y llevar a la repetición de modelos ineficaces en numerosas promociones. Sin embargo, es fundamental comprender que las promotoras tienen el poder de liderar un cambio significativo en la industria de la construcción. La adopción de sistemas de construcción sostenible no solo beneficia al medio ambiente, sino que también ofrece oportunidades de negocio lucrativas y una ventaja competitiva en un mercado en constante evolución», advierten Motilla y Reguart.
El papel clave de las promotoras
Sin embargo, añaden que este sector se encamina hacia un modelo en el que los técnicos tienen un papel más protagónico en la prescripción de métodos de construcción, en lugar de depender exclusivamente de las decisiones de las constructoras. Señalan que esta transición será fundamental, ya que permitirá la creación de paquetes de venta estables que sean económicamente viables para las constructoras y que ofrezcan una calidad técnica.
Y es que en pro de consolidar este sector inmobiliario más sostenible y eficiente, las profesionales enfatizan en la necesidad de que las promotoras se involucren en este tipo de procesos. «Las promotoras inmobiliarias que abracen este sistema constructivo disfrutarán de tiempos de ejecución cortos y garantizados, lo que a su vez les permitirá mantener presupuestos estables y predecibles. Esto se traduce en un mejor control de costos y mayores márgenes de beneficio, lo que es fundamental en un mercado altamente competitivo».
Por último, y en términos financieros, las profesionales destacan que la adopción de dicho sistema constructivo también conlleva a la reducción de errores y de la necesidad de repasos, «lo que se traduce en la reducción de los costes asociados a la variabilidad temporal», concluyen Motilla y Reguart.
