La consultora Savills prevé que el mercado de inversión inmobiliaria mundial alcance los 747.000 millones de dólares (702.810 millones de euros al cambio actual) en 2024, lo que supone un aumento del 7% respecto al año pasado, antes de subir un 27% interanual en 2025, hasta rozar el billón de dólares.
Además, Savills ha indicado que el crecimiento del volumen de inversión seguirá en los años 2026 y 2027, y que, aunque con repuntes más discretos, del 23% y el 18% anual, respectivamente, en 2027 se alcanzaría un volumen de cerca de 1,4 billones de dólares, para convertirse en uno de los mejores años en el desempeño del mercado de inversión inmobiliaria de la última década, después de marcar en 2023 el punto más bajo en los últimos años.
La consultora inmobiliaria ha apuntado que, tras haber tocado fondo, la confianza ha mejorado desde los mínimos del año pasado y los precios se están estabilizando. La perspectiva de un aterrizaje suave en el crecimiento mundial y la bajada de los tipos de interés probablemente apoyarán una recuperación tanto en valores como en volúmenes en los próximos años, con una inversión que se espera que vuelva a los niveles previos a la pandemia de coronavirus para 2026, aunque con algunas variaciones en el ritmo de recuperación entre regiones.
Gonzalo Ladrón de Guevara, director de Capital Markets de Savills España, ha dicho que «la opinión creciente entre los inversores es que el contexto macroeconómico y la bajada de los tipos de interés están impulsando la inversión inmobiliaria en nuestro país. Esperamos una recuperación significativa para este año, de en torno al 20% respecto al 2023».
«Aunque no todos los inversores podrán realizar movimientos a corto plazo, existe un gran interés por tomar posiciones y comprar antes de que la bajada de tipos comprima las yields y los precios suban. A medio plazo, prevemos una fase expansiva del mercado de inversión, con mejora del fund raising y más capital disponible para invertir, y, por tanto, el volumen aumentará por el atractivo del real estate como asset class refugio a largo plazo, impulsado por tendencias estructurales, demográficas y sociales», ha concluido Ladrón de Guevara.
