
Imagina a Marta, una joven emprendedora que invirtió en una propiedad en el centro de Madrid con la esperanza de obtener ingresos adicionales alquilándola por días o semanas. Su elección no fue al azar; Madrid, con sus 14.699 viviendas de uso turístico, ofrece una rentabilidad que supera en un 30% a los alquileres tradicionales. Pero Marta no está sola. Miles de propietarios en ciudades como Madrid, Barcelona y Málaga han seguido su ejemplo, atraídos por la flexibilidad y las altas rentabilidades que ofrecen hoy los pisos turísticos.
Madrid es un claro ejemplo de cómo estos alojamientos pueden transformar el mercado inmobiliario. Las plataformas como Airbnb o Booking tienen más de 26.000 alojamientos en la capital, destacando la popularidad de este modelo. Los turistas que eligen pisos turísticos buscan estancias más largas y comodidades que los hoteles no siempre pueden ofrecer, como cocinas completas y una sensación de hogar, valorando un 75% de ellos el tener cocina.
Sin embargo, no todo es sencillo para los propietarios como Marta. A pesar de la alta demanda y rentabilidad, solo 1.008 de estos pisos en Madrid cuentan con licencia municipal, según el Ayuntamiento de Madrid. Las restricciones y la incertidumbre regulatoria representan un desafío constante. El Ayuntamiento ha suspendido temporalmente la concesión de nuevas licencias y ha endurecido las sanciones para aquellos que operan sin autorización (Fuente).
Barcelona presenta un panorama aún más complejo. Con más de 10.000 pisos turísticos, la ciudad ha decidido prohibir nuevos alojamientos turísticos a partir de 2029. Esta medida, aunque pretende regular el mercado y proteger a los residentes, podría limitar significativamente la capacidad de la ciudad para atraer turistas y afectar la economía local. Los inversores inmobiliarios deben adaptarse a las nuevas normativas para mantener sus negocios viables (Fuente).
Málaga, por otro lado, ha visto un crecimiento constante y robusto en el sector. Con aproximadamente 25.000 pisos turísticos, la demanda ha aumentado un 20% en los últimos tres años. La combinación de turismo cultural y de playa ha convertido a la ciudad en un destino atractivo tanto para turistas como para inversores. Aquí, la rentabilidad de los pisos turísticos puede superar el 8% anual, ofreciendo a los inversores una oportunidad sólida y estable (Fuente).
El impacto económico de los pisos turísticos en España es innegable. En 2023, el gasto total de los turistas internacionales alcanzó los 108.700 millones de euros, un incremento del 24,7% respecto al año anterior. Este crecimiento refleja no solo la recuperación del turismo tras la pandemia, sino también la importancia de los pisos turísticos en la economía española. Contribuyen un 12,8% al PIB y generan empleo para más del 15% de la población activa, según el INE (Fuente).
Para los inversores, los pisos turísticos representan una oportunidad debido a su alta rentabilidad y flexibilidad de los alquileres de corta estancia. La compra de edificios o pisos individuales para destinarlos al alquiler turístico se ha convertido en una estrategia popular. Sin embargo, las restricciones regulatorias, como las que se impondrán en Barcelona, pueden ser un factor de riesgo que afecte los ingresos y el valor de las propiedades.
Es fundamental encontrar un equilibrio que permita aprovechar los beneficios económicos de los pisos turísticos mientras se garantiza la convivencia con los residentes. Implementar regulaciones claras que incluyan la obtención de licencias, el cumplimiento de estándares de seguridad y la limitación del número de días de alquiler es crucial para mantener la armonía en las comunidades y asegurar la sostenibilidad del crecimiento del sector turístico.
Los pisos turísticos han demostrado ser vitales para el desarrollo inmobiliario y turístico en España. Prohibirlos podría tener consecuencias negativas tanto para la economía local como para los inversores. La clave está en encontrar un equilibrio que permita aprovechar los beneficios económicos sin descuidar la calidad de vida en nuestras ciudades. Marta y miles de propietarios como ella esperan que las regulaciones futuras sean justas y equilibradas, permitiéndoles continuar contribuyendo al crecimiento y competitividad del mercado español.
Artículo de opinión escrito por Javier Cuervo, profesor de Innovación en UNIE Universidad