La reciente iniciativa del Ministerio de Economía para acelerar la emisión de licencias básicas de obras supone un potente rayo de esperanza en nuestro sector. En el encuentro entre el presidente del Gobierno y los ministros de Vivienda y Economía con el sector de la construcción y la financiación, se manifestó la intención de dinamizar los procesos y trámites de construcción de las viviendas. La urgencia para equilibrar la balanza entre la abrumadora demanda y una oferta notoriamente insuficiente está más latente que nunca y ya supone uno de los grandes retos a solucionar del sector.
Como promotores, hemos acogido con optimismo la reforma de Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana aprobada a finales de marzo. La posibilidad de reducir a la mitad el tiempo de espera para la concesión de licencias -que actualmente oscila entre tres meses y un año- podría significar un cambio drástico y muy necesario. No obstante, somos conscientes de que el camino hacia la eficiencia está sembrado de desafíos.
La aplicación de la nueva normativa en la tasación de bienes inmuebles es una de nuestras principales preocupaciones, ya que podría representar una barrera en la obtención de financiación y, por lo tanto, un freno en el avance de los proyectos.
Aunque los pasos son alentadores, esperamos con interés más detalles sobre la implementación efectiva de estas medidas para poder evaluar su verdadero impacto en nuestro sector. Reconocemos, sin embargo, que la medida es un avance significativo en la simplificación de los trámites administrativos -que se sabe son complejos-, y esperamos que sea la antesala de un diálogo continuado entre el Gobierno y los players del sector.
En el gremio, siempre hemos demandado la necesidad de un esfuerzo conjunto, acercando posturas para afianzar la colaboración público-privada. Reconocemos también la disposición del gobierno a establecer un diálogo directo con promotores consolidados como un paso fundamental hacia la comprensión y resolución de los problemas que afrontamos. Sin embargo, es imperativo que este acercamiento sea constante y se traduzca en la implementación de medidas efectivas y en soluciones tangibles, que atiendan a la complejidad y especificidades del mercado.
El mensaje que como promotores, con un firme compromiso por la creación de valor a largo plazo, debemos de transmitir es que, la colaboración, la agilidad administrativa y el compromiso con el diálogo constante, son tres pilares esperanzadores sobre los que empezar a trabajar y construir mejoras, aún así, reconocemos que las medidas son insuficientes para afrontar los retos de un mercado complejo.
Artículo de opinión firmado por Juan Antonio Mora, CEO de Grupo Jamsa
