Según la reciente encuesta de Fotocasa Research basada en más de 5.000 entrevistas, los españoles de entre 35 y 44 años lideran en la proporción de personas con hipotecas, representando un 45% frente al 31% de la media general. El grupo de 45 a 54 años le sigue de cerca con un 43% hipotecado. Entre los más jóvenes (18-24 años), el 17% tiene hipoteca, mientras que entre los 55 y 75 años, el porcentaje es del 23%.
El análisis por tramos de edad revela un aumento del 4% en los hipotecados más jóvenes (18-24 años) y un ligero aumento en los más mayores (22% a 23%). Además, la elección del tipo de hipoteca está vinculada a la edad, con hipotecas variables predominando entre los mayores de 35 años y las fijas siendo preferidas por los más jóvenes.
En cuanto a cambios en el mercado, el 10% de quienes tenían hipotecas variables o mixtas hace un año ahora tienen hipotecas fijas, en parte debido a preocupaciones sobre el aumento de los costos hipotecarios con el Euríbor en niveles superiores al 4%.
«Las novaciones y subrogaciones están a la orden del día desde que en 2022 el Euríbor comenzó a escalar. El cambio a tipo fijo es un reflejo de la preocupación de los ciudadanos porque el índice siga aumentando y tener que enfrentarse a un posible encarecimiento de la cuota en un futuro. Además, las ofertas de las entidades financieras hacen que el tipo variable sea más atractivo que el fijo en estos momentos. Pero lo que más llama la atención es el poco impacto que está teniendo el Código de Buenas Prácticas al que pueden acogerse los colectivos vulnerables y que no lo están haciendo por falta de información y desconocimiento», apunta María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.
El movimiento hacia hipotecas mixtas es notable, con el 14% proveniente de hipotecas variables y otro 6% de hipotecas fijas. Entre los hipotecados a tipo variable, el 11% ha intentado cambiar, pero no lo ha logrado, y un 14% tiene la intención de hacerlo en el futuro. En el caso de hipotecas mixtas, el 17% ha intentado cambiar, y un 23% planea hacerlo. De quienes han cambiado, el 43% lo hizo sin cambiar de entidad, el 35% tuvo que cambiar de banco, y el 22% restante cambió de banco a pesar de poder hacerlo con el suyo debido a mejores condiciones u otros motivos personales.
