La ciudad de vacaciones cambia de manos. Los fondos de Farallon adquieren los famosos hoteles, ubicados en Oropesa del Mar (Castellón). A finales de 2020, la gestora estadounidense se hacía con el control de la empresa fundada por Jesús Ger en 1983 al asumir la mayoría de la deuda bancaria que esta mantenía, unos 125 millones de euros.
Según publica el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), Gestió Cartera Castelló, propiedad de Jesús Ger, deja de estar al frente de Marina d’Or para convertir al fondo en el nuevo poseedor de la marca, que pasa a ser del administrador único, mediante la figura de un abogado madrileño.
Farallon ha materializado la capitalización de los créditos para hacerse con el complejo turístico y los parques de ocio a través de tres rondas de ampliación de capital, cuyo importe en conjunto asciende a 99,61 millones de euros, según han confirmado fuentes de Marina d’Or. Así, los fondos controlados por Farallon pasan a poseer más del 99%, mientras que la participación de Jesús Ger mengua hasta el 0,5%.
La gestión del complejo no estaba en manos de Ger desde 2020. Ahora, tras la ampliación de capital, se ha formalizado la salida como administrador único de la sociedad de Gestión Cartera de Castelló, la sociedad mediante la cual controlaba la ciudad vacacional, que se había diferenciado de su división inmobiliaria y promotora que llegó a entrar en concurso de acreedores.
Tras adquirir los créditos bancarios de Hoteles Marina d’Or por 125 millones entre 2019 y 2020, Farallon ya había sustituido a Ger por un operador especializado en turismo o Gestión Activos Turísticos (GAT).
El cambio tuvo lugar poco antes de la pandemia y supuso un golpe para la compañía. Tras el cierre forzoso del complejo a causa de las restricciones derivadas de la crisis del coronavirus, Marina d’Or llegó a acumular pérdidas por valor de más de 23 millones en el ejercicio cerrado (agosto 2020), tras desplomarse sus ingresos un 60%. Como consecuencia de las restricciones por la pandemia, la situación se mantuvo durante parte considerable de 2021.
El sector hotelero se ha recuperado este último verano, pero aún así Marina d’Or ha preferido cerrar el complejo durante la temporada baja, del pasado 12 de octubre hasta el mes de febrero. Para ello, está aplicando un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) a su plantilla. El grupo explica que este paréntesis permitirá, también, llevar a cabo operaciones de mantenimiento y mejoras en las instalaciones tras haber saneado las cuentas en la ampliación de capital.
